Un
nuevo artículo en el diario digital. "Fallas para la integración". En
esta ocasión he querido enfocarlo hacia las fallas y la diversidad
funcional, lo marginado y escasamente representado que está. (Imagino
que como sucede en la mayor parte de las fiestas populares en España).
Añadiendo ejemplos pioneros como el de Eros Recio, un bailarín de
exitosa carrera que se ha convertido en el primer ninot con Síndrome de
Dawn de la historia fallera y otros muchos.
Es este un artículo, casi un reportaje gráfico, con un final bastante especial que recomiendo leer… y mirar.
Podéis leerlo en la sección de opinión del diario:
Y también en este blog, en las líneas que siguen:
Confío que os guste.
Fallas para la integración
Con mirada pícara y vivaracha sonrisa, aderezado de regia capa dorada
anudada sobre su pecho desnudo y los brazos simulando la cuarta
posición de danza, así ha quedado plasmada la figura de Eros Recio como ninot de falla.
El primer ninot con Síndrome de Down en la historia de las Fallas,
privilegio que él mismo afirma lucir agradecido y orgulloso.
Eros es bailarín profesional, pionero en España con esta
discapacidad, un artista que ha actuado en el Palau de la Música de
Valencia y en otros muchos escenarios de toda España, que ha formado
parte del elenco de Mira quién baila de RTVE, que es Bandera
Internacional de la Discapacidad en la ONU y fallero prácticamente desde
que nació. Su figura lucirá la calle durante días y llegará la noche de
la Cremá, y cientos de fuegos iluminarán ritualmente la noche de la
Valencia más colorida y festiva, briznas de ceniza elevándose a millones
hacia el cielo, y entre ellas, discretamente, desde una humilde falla
de barrio, un puñadito se izarán chispeantes, danzarinas como en un carrusel, girando en fouetté, hacia el paraíso de los ninots elegidos.
La anécdota de Eros, la iniciativa del artesano Toni Fornés para la falla de la Plaza Luis Cano de Benimámet, lo que aporta es un pasito más (pequeño, no podemos llevarnos a engaño) para la normalidad hacia las personas con diversidad funcional en el mundo de las fallas, despacito como va siendo su integración dentro de la sociedad en general. Pero no es el único.
Existe ADISTO (Asociación de Discapacitados de Torrent) de talleres ocupacionales, centro de día y tiempo libre para personas con discapacidad intelectual. Hace años decidieron formar una comisión fallera y hoy ya es considerada casi una más dentro de la Junta Local. El pasado 27 de enero hicieron su presentación, con el alcalde de la ciudad, Jesús Ros, y las falleras mayor e infantil de Torrent escoltadas por sus cortes de honor, concediendo identidad a un acto cargado de simbología y verdad. La falleta fue plantada y quemada el pasado día 11, modesta y sencilla, realizada con sus propias manos. El premio ganado fue el mayor que existe, el del esfuerzo y el trabajo de unas chicas y chicos que todo lo arropan de ilusión, perseverando en su propia superación; porque la emoción por las fallas no entiende de barreras.
Y está Mari Luz Vilanova Chovi, que logró entreabrir la puerta de la visibilidad cuando se convirtió en la fallera mayor de El Pouet
de Campanar (Hernández Lázaro-Valle de la Ballestera) con una
afectación de polio que la tiene postrada en una silla de ruedas.
“Aquella ofrenda quise hacerla caminando por mí misma, apoyada en las
muletas…, y lo conseguí”, señala. Más tarde se convirtió en la primera
mujer presidenta de su falla y el diario Levante le dedicó un reportaje
titulado La presidenta con más coraje.
Porque las fallas son sentimiento pero también un arrebato para los sentidos. Imposible parece apreciar la fiesta en su plenitud si no se ve la espectacularidad de los monumentos y la ofrenda, las calles iluminadas o el esplendor de los fuegos artificiales; si no se escucha el retumbar de las mascletás, los pasacalles con sus pasodobles, sus charangas y su Paquito el Chocolatero; el inconfundible aroma de la pólvora, de los buñuelos de calabaza, de las flores de Azahar o del Galán que impregna con aromas mágicos la noche valenciana; y es el caminar durante horas, buscando disfrutar las fallas diseminadas por toda la ciudad, entre tropeles y apretujones, multitudes que abarrotan todos y cada uno de sus rincones.
¿Y si falta cualquiera de los sentidos? ¿Y si hay
necesidad de usar un bastón o desplazarse en silla de ruedas? ¿Cómo se
viven entonces las fallas? Queda la silenciosa labor de concienciar
cuando es tan difícil ponerse en los zapatos de otro.
La Junta Central Fallera ha adaptado la cartelería y toda la rotulación de su sede al sistema de lectura Braille para fomentar la inclusión de las personas con diversidad visual y el Ayuntamiento de Valencia ha instaurado unos Premios a la Integración. Todo suma. Son pequeños pasos, incipientes ejemplos que muestran caminos como el de que la Exposición del Ninot sea completamente accesible para discapacitados físicos.
También el diseño de ninots va adaptándose a la realidad social.
Aunque de momento solo sea algo anecdótico. En los últimos años han ido
surgiendo pequeñas iniciativas que lo ponen en valor, que desean
superar ese llamado techo de cristal. Como el de Giorgeta-Roig de
Corella, que el año anterior coronó su falla grande con una niña en
silla de ruedas, o la infantil de Mossén Sorell-Corona, en la que este
2018 sueñan con un barrio ideal, donde la niña ataviada de edificio
reclama una accesibilidad sin barreras.
Inolvidable fue el segundo premio de mejor ninot infantil
al delicado grupo de Ceramista Ros-Mortes Lerma de 2015 en el que dos
adolescentes cruzan miradas de ternura bailando en sus sillas de ruedas
en el interior de una discoteca. Lo triste es que surgió como denuncia
del artista por la expulsión meses antes de 30 jóvenes con parálisis
cerebral de un pub en Almuñécar por exigencia del pinchadiscos. Que este
suceso recuerde tanto a lo sucedido hace unos días a una mujer con
Síndrome de Down, expulsada de una charla comercial porque “podría
molestar a la gente”, indica lo poco que han cambiado muchas
mentalidades en nuestra sociedad, cuánto temor subsiste hacia el
diferente y la larga senda que queda todavía por recorrer.
Sin duda que todas estas fallas que apostaron por la inclusión no
fueron las únicas, aunque con seguridad pocas más son o han sido. Es
para considerarlo, porque en su ADN están la sátira y la crítica social. Unas fiestas Patrimonio de la Humanidad se merecen apostar por un Patrimonio de la Integración.
Hoy leo que doscientas mujeres que padecen o sufrieron cáncer de mama
levantaron con sus manos, al tombe, la falla Palleter-Erudit Orellana.
En lo alto, la figura de 10 metros de El Palleter enarbolando un lazo
rosa, lanzando su grito de lucha contra el cáncer. Ellas han decidido
“plantar la esperanza”.
Por último, no puedo olvidarme de que también existe una discapacidad de la memoria y deseo terminar este escrito con un texto gráfico sobre una de las fallas más emocionantes que yo recuerdo.
Falla "Memorandus" de la comisión Bailén-Xativa (Ferroviaria) del año 2015
Por el recuerdo de quienes dejaron de tener recuerdos. A la memoria de mi padre.
Por el recuerdo de quienes dejaron de tener recuerdos. A la memoria de mi padre.
Ventanas
Un día, la abuela Luisa trató de mirar a través de la ventana, pero el
mundo ya se había cerrado a sus ojos. Fue entonces cuando escuché que “Dios nos dio los recuerdos para que pudiéramos cultivar flores en el invierno de nuestras vidas”. Pero ahora, a la abuela Luisa ya solo le quedaba invierno.
"Yo sé que existo porque tú me imaginas". Ángel González
—Loli, ¿Quieres ser mi novia?
—¿Qué?
—Ya me has oído ¿Que si quieres ser mi novia?
—Bueno vale, si quieres nos hacemos novios. Solo si me traes una nube.
Modesto y Dolores (ARRUGAS). Paco Roca
—¿Qué?
—Ya me has oído ¿Que si quieres ser mi novia?
—Bueno vale, si quieres nos hacemos novios. Solo si me traes una nube.
Modesto y Dolores (ARRUGAS). Paco Roca
"El Alzheimer borra el recuerdo, no los sentimientos". Pasqual Maragall
Un día, la abuela Luisa atravesó una de esas ventanas que no tienen
retorno y se marchó sin abrir los ojos y sin saber siquiera quién
era, ni quién fue. Pero su vida, sus huellas, su caminar por este loco
mundo sí que permanecerá para siempre en el recuerdo de todos cuantos
la conocimos.
Conmovedor post. Cuánto nos falta aún por aprender y poner en práctica!
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Mónica.
EliminarA todos nos falta mucho por aprender. Las fiestas nunca pueden ser populares si no están representadas como parte de su normalidad las personas con diversidad funcional.
Es tarea de todos fomentar esa integración.
Un abrazo.
Hace ya tanto tiempo en que me ingresaste por primera vez en la magia de la fiesta fallera a través de tu blog. Y cada año, sigo fascinándome.
ResponderEliminar... Poco a poco van logrando la integración que merece la población con discapacidad, a través de la acción constante, sin descanso, de luchadores como tú. Cuando te sientas cansado, recuerda lo mucho que te admiro y mucha gente más para que eso te impulse y de de fuerza para seguir firme en la causa.
¡Un abrazo enorme!
Gracias Sara, eres un encanto.
EliminarMe consta que las conoces aunque sea por referencia y por este blog.
Las fallas de Valencia, por el tipo de fiesta que son en base a espectaculares y efímeros monumentos, tienen ese punto especial que debería favorecer la visibilidad de las personas con discapacidad.
Confiemos que poco a poco vaya siendo así.
Un fuerte abrazo.
¡Qué bonito homenaje! siempre es un placer asomar a tu rincón. Nunca he ido a Fallas (no vale ahogarme)
ResponderEliminarAbrazote utópico, Irma.-
Este año ya llegas tarde, Irma, pero una de tus maravillosas utopías a cumplir podría ser pasar cualquier año a visitarlas.
EliminarIgual sales espantada de lo estruendosas y masificadas que son, pero si sobrevives seguro que lo pasas muy bien.
Las mascletás, los fuegos artificiales y muchos de los propios monumentos realmente valen la pena.
Otro abrazote para tí.