martes, 28 de abril de 2020

Reflexión de Ximo Segarra "Acapu" sobre Sueños de escayola


Esta reflexión es de un buen amigo, Ximo Segarra "Acapu", que todavía es mejor artista. Hace menos de un año no nos conocíamos, pero un día le mandé un correo invitándole a participar con una ilustración en el libro de relatos Cometas cruzando el sol y él aceptó en seguida. Para mí fue un honor contar con la colaboración de un artista de su calidad. Luego, nos hemos encontrado en un par de ocasiones. Ximo, además de dibujante e ilustrador, también es escritor, en estos momentos está en contactos con diversas editoriales para publicar su primera novela.
Ahora, para acompañar una de sus ilustraciones (la que encabeza esta entrada) ha escrito este texto, cuando, además, él mismo reconoce que solo lleva leído la mitad de Sueños de escayola.
Os invito a leerla, es muy certera e interesante:    

lunes, 27 de abril de 2020

Mañana, cuando termine la cuarentena


Mañana, cuando termine la cuarentena, pisaré la calle y respiraré hondo. El primer instante será extraño, sin duda, poder sentir la libertad, cerrar el paréntesis y regresar a la vida, a la rutina, deseada pero con cierto temor, como aquella vuelta al colegio de cuando éramos niños. 

Miraré los ojos a la gente, estoy aburrido de ver coronillas desde el balcón, me sentaré en una terraza con unas bravas y una cañita bien fría, iré al cine, cenaré fuera de casa, conduciré mi coche y daré un paseo por la playa de la Malvarrosa; también navegaré subido a la nave de las locas y volveré a clase y al café de los jueves. Porque ahora, hasta lo más cotidiano me suena excitante. 

Y es que al fin la vida sigue, por eso mañana, o cuando pueda ser, le daré un beso a mi hija, que sigue aislada y sola en otra ciudad, a mi sobrina-nieta que nació con la pandemia y aún no conozco; abrazaré a mis amigos, y a mis hermanos, porque como dice el maestro Sabina: «los abrazos virtuales son una mierda»; rodearé el barrio cogido de la mano de mi mujer, compraré una rosa y visitare a mis padres y les diré que estén tranquilos, que aquí abajo, todos, estamos bien.


Y tú, ¿qué harás mañana o cuando sea que termine la cuarentena?

jueves, 23 de abril de 2020

Feliz Día del Libro



Hoy, Día del Libro, quiero compartir con todos este microrelato, "Juegos de palabras", que obtuvo el 2º premio en el V certamen de la Asociación de Escritores y Críticos Valencianos (CLAVE) en 2018, y que está incluido en el libro de relatos "Cometas cruzando el Sol"
Feliz Día del Libro 🌹

JUEGOS DE PALABRAS

Las palabras deseaban atraer a los poetas. Llamar su atención. Algunas, pasadas de moda, urdían tretas para seducirles: Cáspita se escondía tras el acento para surgir de repente dando sustos morrocotudos; Candil prendía el puntito de su i hasta quedar chamuscadito; Miserere se retorcía como el baile de una bruja en cuaresma y Soponcio fingía desmayos cual tísica del XIX.

Por el contrario, las nuevas palabras, sabiéndose jóvenes y lustrosas se ufanaban altaneras en su modernidad: Birra siempre andaba descuidada y resacosa; Euribor jamás entregó una letra sin cobrar interés; Pilates se enroscaba en sus propias sílabas con mirada disipada al infinito y Cagaprisas corría y corría sin descanso con su R tapando la raja de la G.

El poeta escogía con mimo unas de aquí y otras de allá, las necesarias, y se las llevaba bien arropaditas en su zurrón. Todos, poetas y palabras, sabían que nunca podrían vivir el uno sin las otras.

¡Eeeh! —se escuchó gritar una vocecita al fondo del rincón—, por favor, no me olvidéis. Ya sé que soy simple, fina y menuda, pero preguntad, preguntad y veréis que solo cuando yo digo FIN todos los cuentos, incluido este, se han acabado.


 ¡Cuidaros mucho!

martes, 7 de abril de 2020

Quién nos robó el mes de abril



Quien nos robó el mes de abril, como pudo suceder no encontrar la primavera, los días limpios ni la sonrisa de la gente; solo sentir la zarpa del invierno como un viento sombrío que hiela el corazón.
Ya no escucho la algarabía del mercado, el murmullo del tráfico ni los juegos de los niños; solo el eco de unos pasos huecos retumbando epitafios al compás de las noticias del telediario.
Dónde quedó el último adiós de una generación que lo entregó todo, los sueños de un mundo que quizás iba demasiado deprisa. 

Pero, al fin, el tiempo es esperanza.

Hoy, me alienta la promesa del verano, ese curso bullicioso de risas contagiosas.
Y llegará, claro que llegará, porque la luz es calidez y porque cada día amanece, porque lo cantan las canciones y una poesía compartida, porque hay solidaridad y un héroe en cada esquina, porque la vida se abre camino y porque un aplauso, cada tarde, resuena en mi balcón.

Quédate en casa!!!