miércoles, 31 de diciembre de 2014

Feliz 2015

Otro año se acaba, y para este nuevo que está a punto de empezar quiero desearos que llegue cargado de esperanza y que nunca falte esa ilusión tan necesaria para escribir los sueños que necesitamos plasmar. Por un 2015 lleno de proyectos, de utopías que realizar y de salud para cumplirlos. 


El año vence
alimentando el alma
de un tiempo nuevo.


A TODOS FELIZ 2015

jueves, 18 de diciembre de 2014

Retirada temporal de Sueños de escayola en Amazon

Hola a todos, amigos:
Quiero compartir con vosotros un anuncio con respecto a Sueños de escayola.
Si no ocurre nada raro, a partir de Enero voy a retirar la novela de Amazon. El motivo en lineas generales es positivo, estoy en contacto con una editorial para publicarla en papel y creo que es conveniente que así lo haga.

De momento no hemos firmado todavía ningún contrato, en las próximas semanas se verá si es posible, y en cualquier caso pasarían varios meses hasta que viera la luz en papel, que ese es mi mayor deseo y el que gran parte de vosotros me habéis trasmitido.

Sea como sea quiero daros las gracias a todos por vuestra acogida y vuestros comentarios, por supuesto muy especialmente a todos los que la han comprado en formato digital y a quienes han tenido a bien dejar su opinión, aquí o en la propia Amazon, que en general han sido todos muy positivos y aleccionadores. Gracias de corazón.

Espero pronto daros noticias y que estas sean con un tomo de Sueños de escayola entre las manos.

viernes, 12 de diciembre de 2014

90 aniversario del Sanatorio de la Malvarrosa

Ayer, 11 de diciembre, se celebraron los actos del 90 aniversario del sanatorio de la Malvarrosa. Yo tuve la fortuna de poder asistir invitado por el actual director del hospital, el dr. Carlos Perez.
El acto lo presidió el Presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, que descubrió una placa conmemorativa, y también asistieron el Conseller de Sanidad, Manuel Llombart y otras autoridades. Pero lo realmente enriquecedor fue poder ser testigo de ese momento y asistir a la emoción que generaron algunas palabras como las del dr. José Juan López, ya jubilado, y que contó infinidad de anécdotas, algunas que yo también recordaba, también por el emotivo video que proyectaron y que a punto estuvo de arrancarme más de una lágrima. Pero lo mejor de todo fue volver a encontrarme de nuevo con sor Mercedes Gómez, la monja que me cuidó a mí y a otros cientos de niños en aquel tiempo tan difícil como inolvidable.

Dentro de los actos de aniversario se ha inaugurado una exposición de fotografías de la historia del sanatorio en el vestíbulo principal que creo que estará hasta el día 19 de diciembre. 
Muchos de esos instantes de la exposición he tratado de reflejarlos yo mismo en mis Sueños de escayola.

Subo aquí algunas fotos que pude sacar con el móvil, no son muchas y no tienen demasiada calidad, pero si tienen un gran valor, al menos para mí.
















miércoles, 3 de diciembre de 2014

"Mal Día Internacional de las Personas con Discapacidad"

Justo hoy 3 de Diciembre, "Día Internacional de las Personas con Discapacidad" Las Corts Valencianas, con el rodillo de la mayoría absoluta de PP de Alberto Fabra, aprobará el tasazo para el copago de centros de día, residencia de mayores y discapacitados. Supongo que así la carcajada es mayor.

Después de que ya en una anterior sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Valencia se anulara un decreto del Consell que establecía el copago para centros de mayores y discapacitados, ahora directamente lo eleva a rango de ley y lo incluye en los presupuestos para el año 2015, para blindarlo y que solo pueda caber recurso al Tribunal Constitucional .

Como dice Joan Planells, presidente del Cermi-CV (Comite Español Representantes de Personas con Discapacidad): «Es un copago confiscatorio y cruel, que no tiene en cuenta otros pagos que ya soportan las personas con discapacidad (medicamentos, prótesis, etc.) y las condenan a la pobreza».

Es la humanidad que de nuevo muestra este gobierno valenciano del PP, leyes que buscan recaudar más y más para tapar sus escandalosas deudas, generadas por sus propios despilfarros y corrupciones, cebándose con los más débiles: los ancianos y los discapacitados.

Podéis leer la noticia completa en el diario Levante-EMV:

Un copago ´cruel´ para el Día de la Discapacidad

lunes, 1 de diciembre de 2014

Contando las semanas en 52 semanas: Palabra 49 de 52

Esta semana Sindel Karina propone dedicar a los "sueños" la palabra 49 de 52. Yo la he transformado en un modesto homenaje al dr. Jonas Salk, ahora que recién acaba de cumplirse el primer centenario de su nacimiento, mostrando algunas de sus propias frases.

Sueños  



 
"La esperanza está en los sueños, en la imaginación y en el coraje de los que se atreven a hacer realidad los sueños".

"He tenido sueños y he tenido pesadillas, pero he vencido a mis pesadillas gracias a mis sueños".

"Cuando inoculas a niños con la vacuna contra la polio, no duermes bien durante dos o tres meses".

"¿Patentar la vacuna de la polio...? ¿Acaso se puede patentar el sol?".


Jonas Edward Salk (New York, 28 de Octubre de 1914 — La Jolla-California, 23 de Junio de 1995) investigador médico y virólogo, descubridor de la primera vacuna contra la poliomielitis segura y efectiva. 

 
  
El 26 de marzo de 1953 el dr. Jonas Salk  hizo público el descubrimiento de la vacuna contra la polio y la humanidad pudo por fin despertar de una pesadilla.


Regalo de Sindel Karina
 

sábado, 15 de noviembre de 2014

El anuncio de la lotería

Supongo que todos, al menos quienes residen en España, ya ha visto el spot que anuncia el sorteo de Navidad de este año en el que un hombre es conminado por su mujer para que baje al bar de su amigo y felicitarle por haber repartido el décimo premiado de la lotería de Navidad. Cuando yo lo vi por primera vez no pude por menos que darme cuenta de que el argumento es practicamente el mismo que este que yo escribí hace ahora cuatro años, en 2010, y que forma parte de mi libro de relatos "Despertar". Por supuesto cambia el entorno y los pesonajes, pero la idea y el mensaje que intenta trasmitir de ilusión, esperanza y sobre todo de solidaridad es exactamente el mismo. Evidentemente este es un relato muy simple, de cuando yo empezaba en esto de escribir, y probablemente hoy cambiaría el modo de narrarlo; por contra ese anuncio está realizado con todo tipo de medios para generar sensaciones, con una ambientación y unos actores excelentes. Pero, y con toda la modestia del mundo, a mi se me ocurrió primero.
Al final del relato he colocado el anuncio. 
La imagen que ilustra "El billete de lotería" es la que realizó Silvia Lázaro para la antología de relatos.

EL BILLETE DE LOTERÍA


Todos los sábados por la mañana, y antes de acercarse al mercado para realizar la compra semanal, Josefa se acercaba a la administración de lotería y compraba su billete para el sorteo que se iba a realizar ese mismo día. Siempre, desde hacía ya 12 años, compraba el mismo número, a pesar de que  nunca en todos aquellos años le había tocado gran cosa; alguna pedrea o alguna devolución, pero nunca nada serio, ninguna cantidad lo suficientemente importante como para permitirse un capricho o algún exceso. Ese singular detalle no impedía que Josefa perdiera la esperanza y que acudiera fiel a su cita con la administración de lotería de su barrio. Mª Carmen, la lotera, y ella se  habían hecho buenas amigas a fuerza de verse todos los sábados por la mañana; ambas compartían número y eran confidentes de sus propias quimeras que manifestaban en el ceremonial, mitad en broma, mitad en serio, de frotar el billete de lotería en la espalda de la lotera, con la idea de que ese gesto, como si de un toque mágico se tratara, era el que inevitablemente les traería suerte.
Todas las semanas repetían la misma operación, sin faltar ninguna. Josefa estaba convencida de que su día llegaría y de que ese número, su número, saldría tarde o temprano, y ella por fin podría tocar el cielo con las manos.

Una vez con el billete en sus manos, y mientras se dirigía al mercado, a Josefa le gustaba soñar. Soñaba en todo lo que iba a hacer con el dinero que le podía tocar; fantaseaba con hacer un gran viaje con su marido, ese pobre cabezón, de tan mala suerte, que llevaba mas de un año parado, y que a sus mal llevados 56 años, tenía cada vez menos esperanzas de encontrarlo; o quizás se compraría un lujoso vestido largo y pasaría toda una noche bailando, como epílogo a  una romántica cena con su, ahora si, apuesto marido que, enfundado en un elegante smoking, estaría irresistiblemente romántico; y ya puestos a soñar, cumpliría su gran deseo, compraría una casa. Sería en el campo, siempre les había gustado vivir allí, en una casa grande en su pueblo, con un gran terreno donde cultivarían sus hortalizas y tendrían montones de  árboles frutales, aquel si que sería un buen lugar donde respirarían aire puro todos los días. Pero a veces, se sentía mal por lo que creía un exceso de ambición, entonces bajaba al sueño de la realidad y se conformaba con comprar un pequeño piso en la propia ciudad, que tuviera ascensor, eso sí, que las piernas ya estaban muy castigadas; con una cocina grande donde poder colocar el ansiado lavavajillas y que tuviera grandes ventanas exteriores para poderlas abrir y dejar que se paseara el aire fresco por todas las habitaciones, en lugar del enrarecido ambiente que subía del deslunado interior al que daban las ventanas de su viejo piso.

Hoy es sábado y Josefa ha dejado de soñar, no se lo puede creer, pero de repente se ha encontrado con la más cruda y amarga realidad. Una fractura de tibia la mantiene recluida en una cama del hospital; fue hace dos días por culpa de un desafortunado accidente al caerse del último tramo de la escalera que estaba limpiando.
El infortunio no le ha impedido que, cómo siempre suele hacer, haya escuchando el sorteo de la lotería por la radio y asistir, como en otro de sus sueños, a vivir el momento mágico en el que los niños de San Ildefonso han cantando el número que ella juega desde hace tantos años.

Pero 'poco dura la alegría en la casa del pobre’ – pensará más tarde.
La explosión de alegría inicial se ha tornado en angustia y desilusión al comprobar que su marido no ha ido a la administración de lotería a comprar el décimo.

Ahora Antonio no sabe como consolarla. Maldice su suerte y se siente culpable por la dejadez de no haber pasado a recoger el billete camino del hospital, como su mujer le había indicado. Es ahora que la mira con encogido disimulo cuando apenas reconoce a una mujer desolada y abatida, tan distinta de su desenfadado y alegre carácter habitual. Y sólo entonces empieza a ser consciente de lo que ese décimo significaba para ella y cuanto de una apacible y placentera senectud se ha podido volatilizar con ese olvido.
Cabizbajo y sin saber que decir, asiste entre apenado y resignado a los lamentos de su mujer, que confirma que una vez más la fortuna les ha dado la espalda.

 — No era para nosotros —trata de consolarla con poco convencimiento.

Durante un buen rato, no se oye nada en la habitación, el silencio se podría cortar, y solo es roto ocasionalmente por algún quejido o por el pasear de visitantes y familiares de alguna habitación de la planta. Ellos bastante tienen con asumir que su vida volverá a la  rutina que nunca cambió; Josefa, cuando se recupere, seguirá limpiando patios y escaleras por setecientos euros al mes. Antonio a pasarse, como casi todos los días, por la oficina del paro para mirar que ofertas de empleo hay, luego pateará algunas fábricas pidiendo una faena, que sabe sobradamente que no le darán.   

Finalmente, ese silencio es repentinamente roto por el estridente sonido del timbre del teléfono que les saca de golpe de sus aislamientos, Josefa, con el gesto envuelto en derrota reflejado en la cara, le dice a su marido que se lo acerque y éste, servicial, se lo hace llegar:
—Hola Josefa —le dice la voz al otro lado del teléfono— soy Mª Carmen, la  lotera, no se si sabes que la semana pasada salió la devolución en el décimo que te llevas todas las semanas, y que hoy, al ver que no te pasabas a recogerlo, he empleado ese dinero en comprar el décimo de esta semana, como solemos hacer habitualmente.
¿Ya sabes que te ha tocado la lotería?
En aquel momento, Josefa dejó de oír lo que le hablaban, porque de nuevo había vuelto a soñar.