martes, 30 de septiembre de 2014

Portada y Video de Sueños de escayola

En vísperas de publicar en Amazon mi primera novela Sueños de escayola, que confío que sea algo que ocurra este mismo fin de semana, quiero mostraros la portada que como habitualmente ha diseñado mi hija Irene; también el videobook que otra joven de talento, Carla Ruiz, ha montado con un enorme cariño.  









Os espero a todos a partir del 4 de octubre para conocer como era la vida dentro de aquellos muros que rodeaban el sanatorio de la Mavarrosa.

domingo, 21 de septiembre de 2014

Orbis Verbum, un giro de compás

 Gran parte de los que leen este blog sabrán quien es Tere Oteo Iglesias, pero para los que no la conozcan les diré que Teriri, como muchos la llamamos, es una estupenda escritora, juevera destacada y sobre todo una muy buena amiga. En alguna ocasión ya he hablado de ella con motivo de su colaboración entusiastamente activa en las Cronicas de la muerte dulce y de nuestra casual reunión en aquella antología de terror llamada Amentia. 
Hoy más que de su persona, quiero hablar del lanzamiento en Kindle de su primera obra Orbis Verbum, un giro de compás. Tras una exitosa edición en papel que en su momento ya os conté, ahora llega este Orbis renovado en su 2ª edición, la versión 2.0 como ella le llama, al formato digital en la plataforma Amazon.

La recopilación de relatos de suspense y de terror y la antología de poemas magnificos está reforzada ahora por una serie de colaboraciones como son una nueva y sorprendente portada elaborada por Gabriela Tugores, una serie de dibujos inquietantes realizados por Luis Bernardo Rodriguez, y algo de lo que particularmente me hace lucir orgullo, un prólogo que Tere me pidió y que escribí con todo cariño dedicado a una buena amiga que siempre ha estado ahí cuando la he necesitado; incluso ser una de las lectoras cero de mis Sueños de escayola, cuyos comentarios, consejos y recomendaciones han tenido un valor enorme para mí. Ella lo sabe. 

Os dejo con el videobook que ha creado el siempre atento y buen amigo Luis Bernardo Rodríguez. así como con la dirección de su página de facebook y del blog que Teriri creó exprofeso para su Orbis. También, y por supuesto, la dirección de Amazon donde podéis conseguirlo si estáis interesados.
Ya sabéis que obtendréis una buena dosis de misterio, finales inesperados y unos poemas que juegan entre la fantasía más oscura y la realidad más doliente.






  Muchísima suerte Teriri, te lo mereces.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Así empieza "Sueños de escayola"

Acompañando a la entrada que he realizado en su página de Facebook, quiero compartir también por mi blog entrañable el extracto con el que comienza la novela "Sueños de escayola".
Pero sobre todo quiero que me sirva de excusa para agradecer de corazón a todos por la extraordinaria expectativa que ha generado el anuncio de su publicación. Ni en sueños lo hubiera imaginado. Especialmente a los colectivos y personas afectadas en su día por la poliomielitis. Todos se han mostrado interesadísimos en la novela, y esto demuestra claramente la desolación de reportajes, publicaciones, relatos, artículos, información, el silencio cómplice, en suma, que parece haber en torno a un problema que parece que ya es de otro tiempo, pero que las secuelas tardías de la polio, y entre ellas el Síndrome Post-Polio han demostrado que todavía forma parte de una dura realidad. Nosotros somos esa realidad.

Han pasado muchos años, pero la inevitable bruma que produce el paso del tiempo sobre los recuerdos no ha impedido que permanezca nítido y fresco en mi memoria aquel instante en el que, cogido de la mano de sor Manuela, entré por primera vez en aquella habitación, repleta de estrechas y blancas camas de hierro dispuestas en dos grandes filas a ambos lados del inacabable dormitorio. Algunas estaban ocupadas por niños sentados o echados sobre ellas que jugaban solos o en pequeños grupos; de otras apenas si se llegaban a distinguir algunas cabecitas que discretamente luchaban por sobresalir entre las rígidas y tensionadas sábanas que los mantenían firmemente sujetos. Muchas, por el contrario, estaban vacías. Sus ocupantes eran la cantidad de muchachos que correteaban pesadamente de un lado a otro entre golpeteos de muletas y rechinar de hierros que, produciendo un gran eco, resonaban por toda la sala. Alguno de aquellos niños aún eran criaturas de apenas tres o cuatro años, otros sobrepasaban mis diez años de edad.

Sor Manuela se paró en la puerta sin soltarme de la mano y, durante unos segundos dejó que mirase cuanto ocurría en el interior de la habitación. Luego se agachó y, con un tono que mezclaba a partes iguales comprensión y firmeza, me habló, confirmando lo que yo hacía rato que ya intuía:

̶ Esta va a ser tu casa a partir de hoy. Anda, ve a saludar y a presentarte a tus nuevos compañeros.

Hasta pronto.