sábado, 3 de diciembre de 2022

3 de diciembre, Día de las Personas con Discapacidad

 


Hoy es un día especial.
 
Para mí este día es acordarme de Mari Luz, María José, Elisa y Julia, mis intrépidas moteras valencianas, de APIP CV, la asociación de polio que contribuí a crear, de Miguel Ángel Galán y sus 16 escalones, de José Luis, mi amigo asturiano, todo valentía y entereza, de Violeta, que es mucho más que un color, de María Gómez-Caminero y sus dulces poemas de hierro, de Inma Blanco, con sus jueves literarios, de María José Ramos Mesa y su voz juiciosa, de Rosa Hernánz, poderosa mujer vital, de la superación de Alejandro Serrano, de mi amigo Mingo y de Consuelo Correcher que siempre encuentran su luz en la oscuridad, de Javier Gramaje como uno de aquellos niños víctimas de la Talidomida, de Carmen Cortes y el sufrimiento de la Colza, de Francisca Díaz y su familia viviendo entre silencios, de Ana Carrión y la Alborada de las enfermedades mentales y de aquella niña con las piernas de lata por las bombas de la guerra. Todos ellos, y muchos más, que marcaron mi inspiración en tantas ocasiones.
 
Pero también me acuerdo de Simón y su maltrecho cuerpo, de Amadeus, que es un robot, pero para mí casi humano, de tantos personajes que he tratado de crear desde la realidad y la ficción: de Ceferino, El Cordobés y Daniel; de Pablo y Elisa, que vivieron su infancia sobre sueños de escayola y ahora transitan entre los calores y el encanto agridulce del verano. 
 
Me acuerdo de tantas novelas y películas que me marcaron desde la emoción: Némesis, la fascinante novela de Phillip Root, Campeones, las Sesiones, Intocable, el milagro de Ana Sullivan…, tantas páginas, fotogramas cargados de sensaciones que a mi memoria le es imposible olvidar. 
 
Hoy, queridos compañeros, quiero recordar a mis propios personajes que sufren alguna discapacidad y a los de otros autores que me hicieron valorar desde la desazón, la risa y la inspiración. Porque creo que es fundamental mostrar la realidad al mundo, desde el interés que crean y también desde la misma belleza que ciertas historias llevan consigo. 
 
Pero, sobre todo, quiero acordarme de quienes son verdaderamente importantes: las personas reales en las que se basan todas esas historias, de mis amigos y de tanta gente en el mundo que viven marcados por la invisibilidad de una sociedad que tantas veces ignora y esconde. 
 
Yo, hoy, quiero acordarme de todos los que cada mañana se levantan con el esfuerzo de sus cuerpos marcados pero con el convencimiento de que la vida es bonita, incluso desde la diferencia.
 
3 de Diciembre, Día de las Personas con Discapacidad

4 comentarios:

  1. La discapacidad es un estado, peor no una condición, así que bravo por quienes dejan de lado sus limitaciones y sacan adelantes sus potenciales.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente, Albada, de normal las enfermedades que las provocadon ya pasaron, queda la discapacidad con la que hay que aprender a vivir y queda seguir reivindicando, pidiendo, que no se nos olvide.
      Yo no soy muy partidario de estos «Días de...», pero también reconozco que son necesarios para que, al menos ese día, se pongan sobre la mesa probemas que no acostumbran a salir a la luz pública.
      Muchas gracias y un abrazo.

      Eliminar
  2. Hay mucho aun por hacer en cuanto a la concientización en el tema de las discapacidades, tanto en lo cultural como en los aspectos más prácticos. Un abrazo, José Vicente. Que sigas bien

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Completamene de acuerdo contigo, Mónica, queda mucho por hacer. Las sociedades van dando pasos, en muchos casos pasos importantes en derechos y para concienciar, pero el simple hecho, por poner un ejemplo, de escuchar insultos y desprecios por una plaza de aparcamiento, ya indica cuanto falta todavía.
      Una persona que sufre una discapacid no tiene la culpa de ser como es, pero sí tiene que sufrirla, casi siempre para toda su vida. Solo se piden derechos y respeto.
      Muchas gracias y un abrazo.

      Eliminar