lunes, 23 de marzo de 2020

Ahora


Cabeza de la falla de la Plaza del Ayuntamiento de Valencia 2020 en unas fiestas suspendidas.

Ahora, mientras dure este aislamiento forzoso, todos estamos demasiado ocupados tratando de asimilar que nuestra vida ya no es igual a la de hace tan solo unos días.
Por eso, ahora que han cambiado nuestros hábitos y nuestra manera de relacionarnos, que no tenemos la cervecita del bar o el menú del restaurante, que no hay discotecas, ni cines, bingos o salas de juegos, que no tenemos otro ocio que no sea ver la televisión y esas series y películas para las que antes nunca había tiempo.
Ahora que hemos encontrado esos minutos soñados para leer un buen libro, escribir ese cachito de memoria al que tantas veces le damos vueltas, el relato del que casi habíamos olvidado su argumento o la carta que siempre fue necesaria; incluso ahora que tenemos tiempo para desempolvar aquel juego de mesa familiar retirado sobre el armario.
Ahora que no nos abrazamos ni nos tocamos, que solo podemos hablar en la distancia, sin ese contacto que tanto necesitamos los humanos, incluso los que no somos dados a hacerlo de modo asiduo.
Ahora que solo nos queda aplaudir a los héroes como recreación colectiva y solidaria: sanitarios, transportistas, empleados de los supermercados, personal de limpieza, policías y tantos otros que están ahí por nosotros, protegiéndonos y cuidándonos.
Ahora que todo parece caminar despacio (salvo en los hospitales saturados), que posiblemente somos capaces de ponernos en la piel de quienes se sienten perdidos y aislados, que le estamos dando una tregua al planeta, retornando a nuestra esencia, quizás ahora sea momento de preguntarse: cuando todo esto se acabe ¿Nos pondremos de nuevo a correr?

2 comentarios:

  1. Hola José Vte! Ahora que tengo tiempo para dedicarles como merecen puedo leerlos, disfrutarlos y pienso que ojalá no tenga que volver a correr. Que todos nos podamos dar cuenta que hay cosas esenciales, invisibles que no podemos dejar de lado. Pero eso dependerá de lo que aprendamos, de lo que asimilemos de esta delicada y triste situación en la que nos encontramos. Yo prometo que hoy, ahora, estaré por acá, recuperando el tiempo perdido.
    Un abrazo enorme.

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    1. Hola Sindel, no te preocupes, yo tampoco aparezco por aquí apenas, solo para subir los artículos, los eventos en los que participo y alguna que otra reflexión de vez en cuando, pero apenas visito otros blogs. También me apena, como bien dices es algo que deberíamos volver a considerar, al fin y al cabo otras redes en las que nos prodigamos más son tan efímeras como vacías. Los blogs siempre han tenido ese plus de autenticidad. El gusto por la lectura y los textos y relatos razonados y emotivos, sin importar tanto la extensión.
      Un fuerte abrazo y cuidaros mucho.

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