miércoles, 18 de noviembre de 2009

Tiempos de Exclusión

No descubro nada nuevo si digo que el trabajo, en esta España nuestra, está "mu mal", por supuesto que no, mas de cuatro millones de protagonistas están ahí para atestiguarlo, miles de familias que llevan muchos meses de autentica penuria económica, que ha conseguido sumir a toda la sociedad española en un sopor de angustia y de miedo ante la incertidumbre que genera.
Dicen que ya hay brotes verdes, que Europa ha empezado a recuperarse y que probablemente nos arrastrará con ellos, esta vez esperemos que positivamente.
¿Pero por que será que esos vaticinios no nos quitan el desasosiego? ¿Porque será que aun lo vemos tan lejano?.

Hay un colectivo de los muchos que componen los millones de parados, que al miedo al inestable futuro, le tienen que sumar los propios problemas de autoestima que tal situación les pruduce, me refiero a los discapacitados.
Personas que ya de por si tienen que torear diariamente con conflictos emocionales, de marginalidad, y de exclusión social, ahora ven como la crisis y la falta de expectativas económicas les coloca en primer lugar a la hora de los despidos y en el último en la de las contrataciones.



Esta noticia, de hace unos pocos dias, refleja una realidad, dura y amarga.
Pero no nos engañemos, esta situación social no es nueva de ahora, ni está propiciada por la actual crisis, ésta la ha agravado y mucho, pero la situación de los discapacitados con el mundo laboral, nunca ha sido ni mucho menos buena.

Hace unos dias contaba aquí, a modo de anécdota, un suceso con un señor por una confusión al creerme vendedor de cupones de lotería de la ONCE, ese suceso, banal por otra parte, marcaba una realidad.
Desde hace ya muchos años ante la falta de interes general de empresarios y organismos públicos, se tuvieron que empezar a crear unos espacios de trabajo para personas con discapacidad, psíquica, física y sensorial, inicialmente se crearon como talleres de terapia ocupacional, de ahí el nombre de "Centros Ocupacionales de Empleo", generalmente dirigidos por ONG's, para mantener ocupados a estas personas y de paso enseñarles pequeños oficios y/o manualidades, como montaje de juguetes, carpetas, etc.

Posteriormente se empezaron a crear los llamados "Centros Especiales de Empleo" lugares de trabajo donde la mayor parte de sus trabajadores son discapacitados. Por lo general suelen ser empleos de baja cualificación, cadenas de montaje, empresas de limpieza, conserjerías, ventas de cupones, etc. y mal pagados, salario mínimo y poco mas.
Pero la parte negativa de estos centros es que al final se convierten en "guetos" donde colocar a todas estas personas juntas, y así ademas cumplir la "obligada labor social"
Pero bueno, dentro de lo malo, por lo menos en muchas ocasiones es un trabajo, que ayuda y mucho, a la emancipación, en muchos casos y a la estabilidad económica, emocional y social en otros muchos.
En la actualidad, estos centros son los que mas están sufriendo los efectos de la crisis, ya que desgraciadamente siempre dependen del trabajo que les dan los demas, y si una empresa no tiene pedidos, no delega ese trabajo en los Centros Ocupacionales

Como bien dice la noticia, las ayudas para la contratación de trabajadores con minusvalía son muchas, variadas y economicamente importantes, pero parece ser que para los empresarios de este pais, los prejuicios son mas importantes que las desgravaciones.

Los grados y los tipos de minusvalía pueden ser muchos y muy diversos, y no todos impiden realizar con soltura y calidad muchos trabajos para los que se les rechazan, o directamente no se les tienen en cuenta.
Y es un grave error, actualmente con los beneficios de la ley el favor es mutuo, si un histórico error de este país es consentir que dos personas de igual capacidad, mismos estudios, y misma predisposición demostrada, cobren hasta un 40% menos dependiendo de si pertenecen al genero masculino o al género femenino, no se debería consentir que ese error se siguiera repitiendo con personas que encima siempre tienen todas las de perder.
Las injusticias sociales hay que atajarlas y solucionarlas, y no siempre esa solución es dar "limosnas" o ayudas, si así se quiere llamar, que palían ligeramente el problema, las personas con discapacidades también tienen la necesidad de trabajar y seguir demostrando que son útiles a la sociedad.

No todos somos Sthepen Hawkins, pero todos merecemos demostrar nuestra capacidad


Gracias, Forges

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