El título de la entrada no es un juego de palabras. Este verano he tenido la fortuna de poder visitar las que probablemente sean las dos más bellas Alhambra que sin duda existen (el nombre viene del tiempo de los árabes y significa tierra roja): La Alhambra de Granada, fascinante e inmortal, y Alhambra, un pequeño pueblo de Ciudad Real, en pleno corazón de La Mancha del Quijote, y sobre todo la tierra de mis padres.
Visitar la Alhambra de Granada ha sido uno de esos sueños realizados que colman de satisfacción una vez que se han cumplido. Es un lugar bellísimo que yo no voy a descubrir aquí y que enamora en cada imagen que llevo en la retina y en cada fotografía que guardo de recuerdo.
He montado un pequeño video porque es imposible subir aquí tantas fotografías como me gustaría.
Por su parte, Alhambra es un pequeño pueblo situado en la comarca del Campo de Montiel, en pleno corazón de La Mancha y muy cerca de las Lagunas de Ruidera, alguna de las cuales incluso están situadas dentro de su extenso término municipal. Es un pueblo pequeño pero cargado de historia, con importantes yacimientos arqueológicos, romanos, árabes y visigodos. Quizás lo que más llama la atención cuando se visita Alhambra es ver como al girar una curva, en plena llanura manchega, uno se encuentra de repente con dos elevaciones singulares y sorprendentes; en una colina se encuentra el pueblo y en la otra un castillo que sin duda en su día servía de custodia para la villa. Las vistas, por lo tanto, desde los diversos miradores que hay por el pueblo: el mirador del Calvario, la Gorgotija, del Castillo, etc. etc. son absolutamente espectaculares e inolvidables. Nosotros hemos tenido la oportunidad de ver la puesta de sol desde el mirador del Calvario y es algo precioso, todo un lujo.
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La sierra de Alhambra y el Campo de Montiel desde el mirador del Calvario |
Hace unos días se han cumplido 800 años de la reconquista de Alhambra por el Rey Alfonso Vlll a los moros y se celebró con una representación en el propio castillo.Yo no pude asistir pero si que he podido acudir a las fiestas que se han celebrado este pasado fin de semana. El 24 de agosto fue San Bartolomé, su patrón. Allí, entre procesiones y verbenas, pude saludar a Francisco Gómez Horcajada, concejal de cultura y turismo del pueblo. Viene este detalle a cuento porque él ha sido el artífice de que mi relato "La leyenda de el Novio la Manzana", haya sido publicado en la revista de las fiestas de éste año. Algo que sinceramente me llena de orgullo. No solo porque lo hayan publicado en el pueblo de mis padres, si no porque además ha coincidido con esa importante efeméride.
La historia cuenta la leyenda, en el periodo convulso de la
reconquista, de dos jóvenes y su amor inmortal junto a uno de los miradores que allí existen.

Este relato ya lo publiqué en este blog hace algo más de un año, lo escribí para participar en un jueves sobre castillos que convocó Tere Oteo. Luego, una vez adaptado ligeramente a la propia historia del pueblo, lo envié y parece ser que les gustó.
Y nada más, quería haceros partícipes de mi emoción y de la feliz coincidencia sobre las dos Alhambra, uno no siempre tiene estas oportunidades. Por ello he vuelto de la catacumba, a la que de nuevo regreso.
Un abrazo a todos.