Hoy, ya en la auténtica recta final, me toca presentar a una amiga nueva, quien, desde un recien inaugurado blog, me ha enviado un relato que particularmente me ha encantado y que asume el espíritu de las crónicas de la muerte dulce como pocos. El relato se llama "El angel de la muerte dulce" y lo ha escrito Rosamar Jiménez Bosch del blog "la trastienda de las letras".
Me confesaba Rosamar hace unos días y en un correo que había encontrado las crónicas de casualidad,
que le entusiasmaron y que se puso a escribir este relato para
enviarlo, por eso se puso en contacto conmigo para confirmar que aun
estaba a tiempo de participar. Menos mal que le dije que si.
He de decir que cuando lo leí me sorprendió la fuerza que tiene y lo bien escrito que está. Como le dije a ella misma, me parece que es un relato que combina perfectamente lo que a
mi me inspiraban las crónicas: terror, angustia, dolor y sentimiento. De todo esto anda sobrada la historia. De verdad que recomiendo vivamente leerlo, es un gran relato y está en las crónicas.
Muchas gracias Rosamar.
"Un hormigueo incesante se había apoderado de sus brazos,
intentando franquear la delicada frontera que suponían los hombros. Dina sabía
que no tardaría en conseguirlo, lo había visto demasiadas veces como para
ignorarlo. Deambulaba sola por los pasillos del hospital, contando en silencio los
minutos que le quedaban por vivir. A ambos lados se amontonaban los cuerpos sin
vida de aquellos a quienes un día no muy lejano sufragó. Sus rostros,
deformados por la avanzada descomposición, la observaban en silencio anunciando
el inminente final".
Hoy me he saltado la propuesta "diferente" que recoge Natalia Tarraco en su blog Imaginar, inaugurada la semana pasada y que me gustó muchísimo, pero es que el tiempo se me echa encima. Como ella misma así lo indica en su entrada de hoy, intentaré sumarme durante esta misma semana, y si no es posible la que viene.
Voy a pasarme por el blog y disfrutar un buen rato.
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