jueves, 30 de agosto de 2012

Cullera desde su montaña


Cullera a vista de pájaro.
El fin del verano.

Ayer por la tarde tuvimos que ir un rato a Cullera, ese pequeño pueblo de pescadores del litoral mediterraneo, donde descansa plácida y definitivamente el, a veces temible, rio Xuquer, el rio Jucar en castellano viejo, y donde miles de almas alegres y festivas en forma de turistas y guiris, pueblan sus apartamentos, calles y playas en estos meses de casi insoportable calor. Efectivamente, Cullera es un lugar turístico de primer orden. Nosotros, mi mujer y yo, al contrario que la mayor parte de la gente, no somos de mucha playa, este verano apenas hemos ido tres veces, a pesar de tener La Malvarrosa a tan sólo 4 kilómetros y diez minutos de la puerta de casa. Si que solemos ir mucho en el resto del año, sobre todo los domingos por la mañana, a pasear por el puerto de Valencia y hasta el faro o por el paseo de la citada playa de la Malvarrosa, de las Arenas o del Cabanyal. El clima mediterraneo invita y mucho a ello en esos meses.

domingo, 26 de agosto de 2012

¡Hola!


Ya estoy aquí de nuevo, tras un periodo largo, el más largo desde que gestiono el blog, creo que ya ha llegado el momento de retomar la actividad, espero que con renovadas fuerzas e ideas.

He de reconocer que la idea de cerrar el Yaquedigo me rondó muchos momentos por la cabeza, tal fue el grado de saturación, pero aconsejado por algunos amigos y sobre todo por mis chicas, finalmente no lo hago. Tienen razón, hay demasiado de mí dentro de este blog, muchos sentimientos y mucha pasión dentro de cada entrada, incluso en las más infames e insulsas. Con todas he aprendido y continúo aprendiendo y todas ellas me han permitido entregar una parte de mí, de mis ideas y de mi manera de ver el mundo. Todos me decían que si lo cerraba me arrepentiría algún día. Yo no quiero averiguarlo.

Si que anuncio que vuelvo con novedades. Este blog, mi viejo yaquedigo, va a quedar en un plano más discreto, mi deseo es que retorne a sus orígenes, aquellos en los que, con más ilusión que acierto,  escribía sobre mis propias ideas y vivencias de todo tipo  y que durante mucho tiempo he tenido bastante abandonadas. Además los tiempos en los que estamos, oscuros y miserables, y en los que ideológicamente nos quieren meter, aun más oscuros y miserables, están pidiendo a gritos un poco de solidaridad  y de unión. Yo, siempre que pueda y sepa, intentaré aportar mi granito de arena.

Pero claro, la que es ahora mi ilusión, escribir historias y relatos, no la puedo dejar de lado pero tampoco quiero mezclar, por ello quiero invitaros al nuevo blog que he abierto. Se llama El sueño de la colina. Es el mismo título que un relato que escribí hace algún tiempo. En éste mismo blog colgué el inicio del mismo a modo de microrelato. Algunos, los que tenéis mi libro de relatos, ya habréis tenido la oportunidad de leerlo completo. Ahora lo publico y da nombre al nuevo blog. Los que me conocen saben que es un título y un relato muy representativo.

Así es que de repente me encuentro gestionando tres blogs, ¡¡¡uuuuffff!, claro que, como ya quedó dicho, las Crónicas de la Muerte Dulce tienen fecha de caducidad, en diciembre lo daré por clausurado, aunque no lo haga físicamente. Ya que digo retorna a sus raíces y se actualizará de vez en cuando y en el nuevo, el sueño de la colina, colocaré todos mis relatos, incluidos los de los jueves.

Y esto es lo que hay, vuelvo al tajo bloguero que hay mucha leña que cortar. Espero vuestra ayuda para poder alcanzar algún día la soñada colina. 

Seguimos leyéndonos.