L'Hort del Pou

 

Cuando confluyen en un mismo instante la belleza de un paisaje envolviendo la esplendidez de un lugar, una buena mesa compartida con la afinidad entre amigos, y lo ilusiónante de un nuevo encuentro con una realidad compartida,.ese instante pasa a formar parte indeleble de uno de esos momentos hechizados en el pergamino del tiempo. Ya para siempre.

Ayer confluyeron todas esas sensaciones en un esplendoroso día. Un grupo de amigos nos reunimos, de nuevo, alrededor de una deliciosa paella. charlamos, reimos, comimos y sobre todo disfrutamos y compartimos.

Hoy me han escrito:

"Hemos de ser felices, si, como mandato, el único que debemos tener, a pesar de las dificultades; porque las dificultades son las nubes pero nosotros somos el cielo por donde transitan, no olvidemos nunca eso·, somos cielo y no nubes"

Yo sólo puedo callar, asentir y desear con todas mis fuerzas que así sea.

También por supuesto mostrar algunos de esos instantes

Emejota y Conchín pasan junto al delicado Ginko Biloba

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El Jardín del Pou

 

Conchín y Gabriel charlan y contemplan

La rosa en el jardín

¡¡¡Esto es una maravilla!!!

Emejota y Montserrat

Escuela de sirenas

Diego y Laura (no hay que llevarse a engaño, el jefe de la paella era Diego)

Aquí una paella

Mientras se come no se habla

Emejota, Laura y Conchín

Laura, Emejota y el menda

Embalse de Beniarrés

Laura, a tí, a Diego y Maribel, a Joan, a Montserrat Llagostera y a Gabriel su marido, a Emejota, a todos gracias por un día espectacular e inolvidable.