Aquí dejo mi participación en los relatos de los jueves. Hoy es la primera vez que cuelgo dos entradas en el mismo día, pero no he podido evitarlo.
Este pequeño relato está escrito deprisa y corriendo porque he andado despistado estas dos últimas semanas entre la rotura del PC y el seguimiento y elaboración de las Crónicas y hoy mismo me he enterado del aquelarre de brujas. Pero me apetecía mucho participar y no quedarme descolgado ya recién empezado.
Espero que entendáis ésta Herencia Milenaria y no me las deis todas en el mismo carrillo HERENCIA MILENARIA
Exactamente seis años después de su nacimiento, Maruja asistía al embrujado rito que desde hacía cientos de años se repetía invariablemente a todas las hembras nacidas de su familia.
En esa mágica noche de luna llena, todas las mujeres de su estirpe se fueron colocando a su alrededor. Allí estaban rodeándola Maruja Robles, su bisabuela, Maruja Ardiles, su abuela y Maruja García su madre. Fue ésta última, quien recitando un antiguo sortilegio secretamente heredado de madres a hijas durante generaciones, le entregó el plumero y la escoba, símbolos mágicos que representaban la labor que desde ese momento le correspondía. Maruja, aun muy niña para entender el importante valor de lo heredado, miraba perpleja a su alrededor. Pronto comprendería su significado y valor.
Manolo, su padre, sentado en sillón preferencial y rodeado de Manolín y Pepito, sus dos hijos varones y hermanos de Maruja, asistía por derecho propio, sujetando con una mano su lata de cerveza preferida y con la otra el mando de la televisión, al misterioso traspaso de facultades que le conferían a la niña plena potestad sobre todas las labores del hogar que en el futuro hubieran. Ahora y para siempre.
Algún día sería ella quien se los traspasaría a su hija. Así había sido y así sería por los siglos de los siglos.
El rito iniciático se ha reunido en Inma Brujis
Uyy José V. no creo que esto sea muy de brujas, más bien una herencia impuesta por ser mujeres, y me he acordado de una viñeta, espera que la busco:
ResponderEliminarLas dos evoluciones
Un abrazo
Tal cual!...la dictadura de los deberes de género es algo que se suele traspasar de una a otra generación, casi como una tradición de estirpe! jejejeje
ResponderEliminarUn abrazo juevero.
¿A qué me suena?
ResponderEliminarCuando era pequeña, me regalaron por reyes exactemente lo mismo más una fregona.
Con mi hija la herencia se ha perdido definitivamente gracias a Dios.
Un beso hechizado
Jooooo Jose Vicente, este traspaso brujil lo conocemos y muy bien, suerte que yo solo tengo magos y hechiceros jajajaja.
ResponderEliminarBesos jueveros alrededor del caldero.
Vaya, yo tuve suerte, nunca me hicieron esos regalos.
ResponderEliminarRecuerdo con cuatro o cinco años, una moto de hojalata a la que se le daba cuerda y corría, era de color azul. Fui la envidia de la aldea, durante una temporada venían todos los niñ@s para mi casa. Fue el primer juguete que recuerdo, después vinieron muñecas, casitas, ..., pero escobas y plumeros nunca.
Menos mal que en mi familia, gente toda de pueblo, no había ninguna de esas tradiciones.
Bicos
Esa herencia, me recuerda a algo...a los niños las pistolas y a las niñas muñequitas....grrrrr¡¡¡¡
ResponderEliminarMi saludo.
Me he dado cuenta que no me han permitido el link que quería mostrar, lo mismo tiene derechos de autor :( bueno, el gráfico mostraba la evolución del hombre desde el mono hasta el homo internutis, en cambio la mujer en todas las evoluiciones se veían fregando.
ResponderEliminarJajaja me ha hecho mucha gracia tu relato, nada que ver con aquella película de Samantha,pero lo que más me ha gustado han sido los nombres de la mujeres " Marujas" que peyorativamente tanta veces el machito ibérico nos han llamado...pues como no se espabilen algunas jovencitas de ahora volverán a recibir de regalo la escoba y el plumero.
ResponderEliminarUn abrazo
Exacto, ahí está esa herencia milenaria que cuenta el relato. También lo podría haber titulado Herencia Maruja, jajaja.
ResponderEliminarRoles que están cambiando afortunadamente. (aunque no tanto como se debería)
Bueno, me voy a hacer la cena..., que Conchín está a punto de llegar de trabajar.
Gracias a todos y un abrazo
Me ha gustado ese toque antimachista del relato, José Vicente, que las mujeres seremos brujas, pero nos condecoran desde niñas con funciones que nunca conocen el descanso en los festivos, ni las jubilaciones, ni "ná de ná".
ResponderEliminarUn abrazo y me alegro de que ya no tengas problemas con el ordenador.
Un poco cruel, con seis añitos y su escoba y plumero. Aún ocurre, no lo vamos a negar. Aquí ando, leyendo los jueves y con la lata de cerveza aquí al lado.
ResponderEliminarUn saludo.
¿Osea que encima de brujas las condenan para servir eternamente?
ResponderEliminarSi yo fuera mujer me rebelara y, o se curra al 50% o al carajo la unión...jajaja
Salud
Hasta que un día ese rito milenario se rompa.
ResponderEliminarUn abrazo
jajajajaja¡ que te salga buena la cena, Jose Vte...
ResponderEliminarEse milenario rito de traspaso de poder que aún hoy día en gran medida se practica, tiende a desaparecer afortunadamente. De hecho, es más común el traspaso de aspiradora. Puedo prometer y prometo, que mi hija no lo ha recibido, al menos no en mayor medida que mis hijos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese marujeo es muy añejo, viene, por lo poco de Altamira o antes: yo guerrero tú "chita" a barrer la cueva.
ResponderEliminarLa culpa es muy fea, no la quiere nádie, pero se reparte a medias con el añadido de que te callas o te arreo.
Por suerte en mi caso no me quejo, él compra y lava platos, tiende ropa, yo hago la comidita, él buen cocinero...hace camas, toma escoba y plumero ¿Un ensueño? Noooo, verdadero. Por desgracia impera el de la birra futbolero y la que le sirve un picoteo, por no abundar. !Dioses! o mejor !diosas! ¿hasta cuándo? Voto a Medea, a Circe, a Morgana, y que Merlín o el mago de Oz se arremanguen en las dichas tareas del dulce hogar y en más detallitos delicados.
!Salve! amigo, compi juevero, me ha gustado un ciento tu relato, te sigo.
Besitos brujeriles.
Te ha quedado redondo el relato :)
ResponderEliminartengo la impresión de que en algunos ámbitos se está queriendo volver a implantar el "regalito"
te felicito por la soltura del relato
un abrazo
Je,je, te has olvidado del rodillo de amasar, para romperlo en la cresta de los hombres. ;)
ResponderEliminarPese a este ligero olvido, muy bien relatado. Bs.
Esa herencia está envenedada y algún día, una Maruja que todavía está por venir la convertirá en lanzallamas. Claro que para entonces ya no estarán los ínclitos Manolitos y Pepitos.
ResponderEliminarRelato inteligente, sesgado, en el filo de mágico y la cruda realidad.
Abrazos
Alguna "bruja" lectora te va a echar un mal de ojo..... un saludo.
ResponderEliminarUn relato que se las trae... que nos deja pensando y esquivando hechizos milenarios, podre de nosotras, las mujeres... Bueno, a Uds. los caballeros, no les ha tocado nada que sea mucho mejor: la lata de cerveza y el control remoto...jajaj
ResponderEliminarBuen relato, que me ha hecho sonreir: no me comprenden las generales de la ley (creo...)
jajaja
ResponderEliminarnos quieren imponer y volver a "las buenas costumbres"; solo hay que escuchar a los curas y las cualidades que la buena mujer actual del siglo XXI debe poseer y dominar, a los políticos y sus leyes, retroceder en materia de aborto (como una decisión propia de la mujer...), los recortes en derechos sociales y demás estamentos de la sociedad (la publicidad y su carga discriminatoria).
Nos ha tocado vivir una época muy versátil ...........................................
un abrazo amigo
ps: me gustó tu ironía.
Nosotras heredamos los poderes mágicos y ustedes los disfrutan jajajaja
ResponderEliminarMuy bueno el relato, me divertí!!!
Un abrazo.
Esta brujita azul lleva toda la vida intentando romper ese mismo sortilegio que le tambien le transmitieron sus antecesoras......y antecesores acomodados!
ResponderEliminarExcelente tu minirrelato, José Vicente: lo tiene todo: misterio, expectativa, verosimilitud, elegancia, humor, brevedad, referente histórico y social, crítica, invitación a la reflexión... No hay palabras que sobren ni falten. Me ha hecho reír, me ha encantado leerlo. De antología, en serio.
ResponderEliminarCreo que es la primera vez que entro en tu casa, y la verdad es qeu es un poco laberíntico el pasillo, también es cierto que a través del enlace de mi querida hermanita no conseguía llegar, pero aquí estoy y claro, preocupada por eso de venir por primera vez y tener que darte, emmmm, ¿cómo has dicho?, en el mismo carrillo, jajaja, pero tu relato es estupendo, concentradito, irónico y crítico, tanto que nos arrancas una sonrisa de esas anchas, y niño, quien no lo entienda es que no sabe leer, un placer conocerte, miles de besossssssssssssssssssss
ResponderEliminar¡vaya Jose que me engañaste! al principio pense que de verdad iba a participar leyendo una ceremonia de traspaso de actividdes que corresponden a tradiciones milenarias (de las interesante y exoticas) no es que la limpieza, ocupación de la casa tenga menos tradición y menos tiempo, pero que es menos exotica...¡eso ni hablar!
ResponderEliminarMuy bueno tu relato, irónico y risueño, ha sido un placer contarte en este espacio de los jueves.
Perdon por la tardanza, pero yo siempre voy lenta leyendo a todos.
Te dejo un abrazo