III
21/12/2012 – La Profecía Maya
“… mensaje grabado y de difusión continua en determinadas frecuencias para todo el planeta, también ha sido enviado al espacio en forma de ondas de radio y en todas los lenguas conocidas de la Tierra, incluidas las lenguas muertas. El aparato que lo reproduce se alimenta de energía solar inagotable por cientos de años. El fin de ésta grabación es difundir y explicar, a posibles generaciones futuras y a cualquier ser que tenga capacidad de comprensión, las causas que han llevado a la aniquilación, probablemente total, de la Humanidad.
El 14 de agosto de 2012, un fallo durante la manipulación genética de un virus diseñado íntegramente en un laboratorio de alto secreto, provocó su propagación de forma incontrolada y letal. Se trata del virus VMH-07, más conocido como el virus de la muerte dulce. Se propaga por el aire, por contacto y por todo tipo de fluidos corporales, llegando a traspasar las mascarillas de uso habitual. Es el virus más potente y destructivo que haya conocido jamás la raza humana, incluso una simple conversación con un portador, es suficiente para contagiarse sin remedio. No se conocen excepciones y no se ha encontrado cura. En sólo tres meses ha exterminado a dos terceras partes de la población mundial.
El virus tiene un periodo de latencia de veinticinco días, sin que sea posible detectar su presencia en el organismo humano hasta que se vuelve activo, es entonces cuando su virulencia se torna rápida y mortal. En apenas treinta y dos horas culmina una destrucción masiva de todas las partes blandas del organismo, corazón, riñones, bazo, páncreas, hígado y pulmones. En aproximadamente la mitad de ese tiempo el corazón ya ha dejado de latir. En ningún momento los infectados dan síntomas de dolor, sólo unas ligeras punzadas en el pecho, semejante a un pequeño infarto, precedido por un insistente cosquilleo en manos y piernas como consecuencia de la deficiente circulación de sangre…”
Amán conocía perfectamente el mensaje que machaconamente repetía la voz, pero le gustaba oírlo, era el único sonido humano que podía escuchar desde hacía bastante tiempo. Se encontraba en una de las pocas tiendas de la ciudad que no habían sido saqueadas, recogiendo afanosamente todo cuanto creía poder necesitar para marcharse de la ciudad. Llenó dos grandes sacas con alimentos, productos de aseo y herramientas, cogió libros, revistas y periódicos. Todo le parecía atractivo, pero debía seleccionar.
La insoportable soledad y el tremendo pavor que comenzaba a sentir en aquella ciudad absolutamente vacía, en las que las noches se llenaban de lejanos ruidos y los días de lúgubres silencios, fue lo que le convenció para macharse lo más rápidamente posible de allí. Empezaba a volverse loco, prefería irse a algún rincón perdido en medio de cualquier desierto o de un infranqueable bosque e intentar empezar de cero.
Salió fuera arrastrando pesadamente las abultadas sacas. Con la mirada buscó un coche entre los cientos que por allí habían abandonados. Vio uno grande y potente, un 4x4 que le gustó y además era bueno para su objetivo. Tuvo suerte, estaba abierto, en realidad casi todos lo estaban, la gente los iba abandonando donde les pillaba, ya no eran necesarios cuando comenzaban los picores en las manos, esa era la angustiosa señal que marcaba el principio del fin. Afortunadamente sabía conducirlo a pesar de sus cortos 15 años, el tiempo que fue miembro de una de las tres bandas callejeras de la ciudad le había enseñado bien. Sabría sobrevivir.
Regresó a su casa conduciendo despacio. Fue observando detenidamente la ciudad que iba a dejar atrás y donde había vivido toda su vida. Era un inmenso cementerio silencioso. Las aves, con sus hirientes graznidos, que revoloteaban los cielos y señoreaban la tierra, eran los únicos sonidos que rompían el monótono sosiego exaltadas ante su festín macabro. Pasó por la puerta de un hospital. Era imposible acostumbrarse a la aterradora visión, cientos de muertos se amontonaban a las puertas y cientos, quizá miles lo hacían en el interior, en pasillos atestados y habitaciones saturadas. Nadie pudo encontrar cura a su mal. Lo más irónico es que fueron los médicos y el personal sanitario los primeros en contagiarse.
A lo lejos, escarbando entre el montón de cadáveres, observó a un puñado de perros que pugnaban con las insistentes aves. Gran parte habían sobrevivido a la muerte dulce y se estaban volviendo salvajes. Actuaban en manadas, como los lobos. También los gatos y la mayoría de los animales domésticos empezaban a actuar de una manera alocada y salvaje. Aunque todavía no suponían ninguna amenaza, alimento les sobraba, pero la realidad era que la ciudad se estaba volviendo realmente peligrosa.
Finalmente llegó a la chabola de los suburbios que era su casa. Dejó el coche en la entrada y pasó dentro. Sus padres habían muerto, como todos. Su madre murió de una infección, debido a las miserables condiciones higiénicas en que vivía rodeada, según dijeron los médicos al dar a luz, sola, a su hermana Lea hacía cuatro meses cuando el virus era apenas un rumor. Su padre murió un mes después contagiado.
Amán abrió una pequeña portezuela semioculta que había al fondo de la casucha y alegrando la mirada a la vez que intentaba hacer gestos graciosos con la boca, cogió entre sus brazos a Lea, a su hermana que, ajena a todo lo recibió con una alegre risotada y moviendo sus rechonchos brazos.
Recogió cuanto quedaba en la casa y que pertenecía a la niña, ropas, biberones, comida, pañales, todo cuanto había ido acumulando en sus incursiones al centro de la ciudad en los días anteriores y lo metió en la parte de atrás del coche. Luego colocó a su hermanita en una cesta preparada y se puso a conducir rumbo a algún lugar lejano y que aun desconocía.
Ese día, 21 de diciembre de 2012, la humanidad culminó su extinción al 99,99% tal y como predijera la profecía Maya. Sólo dos personas, dos hermanos que nunca supieron porque el destino les había permitido vivir precisamente a ellos, tenían la inconmensurable tarea de ser los padres de la nueva humanidad.
Ellos nunca se plantearon el porqué, simplemente lo aceptaron y sobrevivieron.
FIN
Esta historia compuesta por tres relatos y un epílogo está escrita con el ánimo de participar en la propuesta que hizo San desde su blog Y nacimos casualmente sobre las profecías Maya y el fin del mundo. A pesar de haberme saltado todas las reglas y de la excesiva extensión, San ha tenido la amabilidad de enlazarme, por eso he decidido adelantar la publicación del final para facilitar la lectura completa. Muchas gracias.
Y ahora en el comentario siguiente una propuesta que yo quiero hacer...
Lo que de verdad me interesaba de una historia como esta sobre el fin del mundo era comprender como reaccionarían las personas ante una situación tan límite y masiva. Saber de antemano que en un plazo muy corto van a morir todos. Como lo afrontarían, que decisiones tomarían. De ahí las tres historias que preceden al desenlace apocalíptico.
ResponderEliminarYo ahora quiero hacer una propuesta para el que desee participar. Ir añadiendo pequeñas historias independientes, cotidianas y/o extraordinarias que aumenten y mejoren las que yo he escrito.
Los únicos requisitos es que contengan una fecha en el título entre el 14/08/2012 y el 21/12/2012. También estaría bien, aunque no es imprescindible que contenga las palabras “Muerte Dulce”, más que nada por englobarla dentro del entorno de la historia.
Por eso el título “Crónicas de la Muerte Dulce”
Todos los relatos que queráis enviar lo podéis hacer a través de los comentarios de cualquiera de las entradas que hay en este blog o a mi correo garciatorrijos@gmail.com
Cada vez que reciba uno lo pondré en una entrada nueva en mi blog, y a su vez lo iré incorporando al relato final, por la fecha del suceso dentro de la historia obviamente. Si queréis acompañarla con una imagen vuestra la colgaré así, si no intentaré buscarle una apropiada. Por supuesto lo podéis colocar previamente o a la vez en vuestros propios blogs.
Cuando en un periodo de tiempo prudencial deje de recibir relatos (si es que recibo, claro) daré por concluido el proyecto y haré un pdf con un programa de maquetación que distribuiré a todo el que lo desee y, si puede ser, colocarlo en descarga gratuita en librerías virtuales. Los relatos siempre se podrán leer mediante el enlace que colocaré en un lateral de este blog.
Si os interesa la propuesta y queréis participar en la Muerte Dulce ya sabéis
Gracias y un abrazo a todos
Muy interesante la historia José Vte., me ha gustado. Realmente se nota que con tantos relatos como haces has mejorado mucho las expresiones y palabras, es realmente un relato que engancha. Tu propuesta es muy chula, no sé si me inspirarié, aunque agradezco tu invitación.
ResponderEliminarCuando era muy joven lei el libro de Pedrolo, el Mecanoscrit del segon orígen. Con tu relato me has transportado a aquella juventud. Gracias.
Está muy bien, ya me leeré las otras partes. esta me ha gustado, y a veces no se sabe si eso pudiera ocurrir de verdad. Va de retro
ResponderEliminarUn abrazo
Me olvidé de decirte que entre la CF, la temática que más me gusta es la postapocalíptica. Tu relato me ha gustado mucho, no sólo por eso, sino porque está muy bien escrito, y tiene ritmo, no hay nada que chirríe.
ResponderEliminarUn abrazo!
De un tirón José lo he leido, atraida y curiosa por esta historia de Mueerte dulce, poco a poco uno a uno van muriendo sin remedio, cada cual a su manera, unos en iglesias, otros en hospitales, aunque de elegir eso de encerrarse y amar hasta la llegada de esa dulce muerte es como más atrayente.
ResponderEliminarUn relato como bien decias abierto a otras posibles historias, intentare continuar con alguna.
Un abrazo y gracias por animarte a participar.
Bravo Bravo ¡¡ Pienso que si ésto pasase ahora en este siglo, la gente se volveria aún más loca... dirian que era un castigo de las divinidades y como después supondrian un perdón ...todo arreglado.Por supuesto que si a mi no me toca la mutación que " celebraron" los dos hermanos de tu relato, haria lo de encerrarme en una habitación con vistas...al mar si es posible jajaja y a pasarlo way hasta que llegase aquello de las cosquillas " Y si te pica la mosca...arráscatela arráscatela" jajaja
ResponderEliminarUn besito amigo bloguero.
Un relato que se lee de principio a fin con mucho interés..me ha gustado..esta muy bien escrito..
ResponderEliminarun abrazo
PD. Por supuesto que leyéndote pareciera que estoy leyéndo cualquier libro de fantasia o ficción, por eso solo digo Bravo ¡¡¡, tu léxico es tan bueno como el de cualquier escritor encumbrado.
ResponderEliminarOtro besillo
Terrible pero fácil de leer esta profecía hecha realidad que nos muestra un ejemplo de lo que podría ser el final si no actuamos a tiempo. Ojalá que tantas hipótesis apocalípticas que tanto hemos ensayado en cine, literatura e ideario colectivo nos sirva para evitar -si es que aún estamos a tiempo- este desgarrador desenlace que con tanta solvencia nos narras.
ResponderEliminarTe dejo un saludo juevero acompañado de la satisfacción por haber descubierto en el tuyo un muy acogedor rincón bloguero!
Agradeceros a todos vuestros comentarios. He de reconocer que tenía miedo de que el final os defraudara. Ya sabéis, mi legendaria inseguridad y todo eso. Pero estoy encantado.
ResponderEliminarGracias a todos, y sobre todo a los jueveros que han llegado atraidos por la magnífica propuesta de San.
En cuanto a la propuesta que he hecho, decir que, por supuesto, se admite cualquier tipo de narración, sea dramático, humorístico, terror, fantástico, etc. también microrelato, poema o cualquier otra forma de expresión escrita.
Muchas gracias a todos y un abrazo
Buen final aunque creo que me ha recordado a alguna pelicula sobre la destrucción total de la humanidad y dos únicos supervivientes, las historias que entrelazan estan bien hilvanadas, y sobre todo se podria hacer mas historias de como van sobreviviendo el joven que al final se salva del terrible virus junto a su hermana pequeña, ¿afectaria el virus a la inteligencia artificial? ?crearia èsta un sistema para defenderse y crear unos organismos inteligentes?¿descubririan los no infectados con el paso del tiempo un antídoto para combatir el virus? realmente no soy muy amigo de las profecias de la destrucción del mundo pero juguemos a eso.
ResponderEliminarun abrazo
Menos mal que no sucedió, cualquiera sabe como uno va a reaccionar en una situación así.
ResponderEliminarEn cualquier caso el mundo está condenado a repoblarse con el incesto como fondo, como en los tiempos que les tocó hacerlo a los hijos de Adán y Eva...jajaja
Salud
He estado siguiendo tus últimas entradas como si de una película se tratase, nada tiene que envidiarle a los grandes guiones de cines americanos, esperemos que la profecía no se cumpla, un saludo.
ResponderEliminarJose Vte...me ha resultado interesante el desarrollo de tu historia.
ResponderEliminarNo sé como reaccionaríamos llegado el momento de que fuera realidad; solo en el sentido de "muerte dulce" ya firmo ahora mismo; eso de fundirse en un gran abrazo con tu amor y ya no levantarse, lo quiero para mi, pero no en la ficción.
Si dispongo de tiempo e inspiración intentaré hacer algo con el tema de la muerte dulce.
Un abrazo, amigo.
Hola José Vicente: Estoy muy convencida que la literatura e lo tuyo.CAda vez estoy mas segura de mis primeras impresiones sobre tu talento y tu increible imaginación. Me alegro mucho mucho.
ResponderEliminarDisfruta y sigue escribiendo.
Mi admiración vaya por delante del saludo cariñoso que te envio
Me ha encantado la historia, me ha hecho recordar un libro de Manuel de Pedrolo que leí hace un par de años:
ResponderEliminarMecanoscrit del segon origen, me hizo pensar mucho, te lo recomiendo.
Un abrazo Jose
Que buen relato, me encantó de principio a fin. Muy original y fluido.
ResponderEliminarUn beso :)
Bueno al final si que quedó alguien. Es una historía interesante, me gusta mucho como la desarrollas aunque no es el tipo de historias que me atraen, tengo que reconocer que está bien hecha.
ResponderEliminarBicos
Bueno, como no decir que estoy halagado sobremanera ante vuestros comentarios. Muchas gracias, me alegro mucho que os haya gustado.
ResponderEliminarQuería comentar que me parece curioso que en dos comentarios, de Felicitat y de Yraya sale a relucir el libro: Mecanoscrit del segon origen de Manuel de Pedrolo. Ahora me habéis picado la curiosidad, no lo conocía, bueno ahora si porque acabo de mirarlo en la wikipedia. Intentaré buscarlo y leerlo porque si los que lo habéis leido habeis encontrado similitudes con mi historia, será interesante conocerlo.
Un abrazo y muchas gracias a todos por vuestros comentarios y vuestro apoyo.
Me ha gustado el desenlace, se acaba el mundo y morimos de una manera muy dulce, ¿dónde hay que firmar? :)
ResponderEliminarTu propuesta me la pensaré, dices que se admite cualquier tipo de narración ¿no?
Un beso
Muy bien muy bien... desde luego tu final del mundo, o la muerte del 99,99% de la humanidad, me seduce mucho más que cualquier otra ya predicha.
ResponderEliminarA mi ya me pusieron "fecha de caducidad" hace muchos años años, querido amigo; pero no sé si fue "un error tipográfico" o simplemente que se equivocaron al darme el voleto de vida, porque -como ves- aquí sigo.
Miraré si soy capaz de escribir algo sobre ese tema :)
abrazos y mi felicitación por el relato José Vicente :)
Me he leído las tres partes de un tirón. Muy bueno. Amargo, pero de una realidad tan probable como inquietante.
ResponderEliminarY, como sabes que me gustan estos temas, te dejo mi granito de arena en forma de microrrelato. La foto la pones tu, ¿vale?.
Diciembre del 2012, Estación Espacial Internacional
-Es irónico saber que moriremos en el cielo- se escucho decir la teniente Atziri mientras observaba otro fugaz amanecer por la escotilla de módulo de descanso.
-No admito tu derrotismo- le reprochó con dulzura el coronel Itzel mientras acariciaba su espalda desnuda – Aún tenemos víveres para un año, dos si lo racionamos bien. Balam ha recopilado todos los datos que ha podido del virus mientras hubieron supervivientes en la base y ahora trabaja en un antídoto para la “Muerte Dulce”. Y el ingeniero Canek se estruja la cabeza ideando la forma de descender con este montón de chatarra espacial. Tenemos que tener fe en que lo lograremos, seguramente somos los últimos especimenes de la raza humana.
Itzel se sintió agradecido de abrazarla desde atrás y que ella no pudiera mirarle a los ojos, le conocía demasiado bien y sabría que le estaba mintiendo.
Atziri había cerrado los ojos, no quería ver más aquel planeta azul que no volvería a ser su hogar. En silencio, intentando que él no lo notara, empezó a llorar.
Un abrazo
ibso
¡Ah!, los nombres que he utilizado son mayas.
ResponderEliminarJosé Vicente, sin duda has superado mis expectativas. Cuando comencé a leer tu relato no pude imaginar los derroteros que finalmente iría tomando la historia hasta casi llegar al exterminio. Menos mal que has dejado abierta una puerta a la esperanza.
ResponderEliminarEn el fondo soy una sentimental y adoro los finales felices jeje.
Un abrazo, amigo.
Chicos, podéis imaginaros que estoy como unas castañuelas de que os haya gustado. Eso si, recordar que sólo es ficción, ¿eh?, jejeje, y espero que sólamente sea eso, que si no que yuyu.
ResponderEliminarIbso, me encanta el texto que has escrito. Reconozco que ni se me había ocurrido pensar en la Estación Espacial, y es verdad que está ahí, aislada del resto del mundo.
Como epílogo está genial.
A partir de la semana que viene empezaré a colgar este tuyo y luego los que puedan llegar y colocar el enlace en el lateral.
¡Ah!, y el detalle de los nombres maya magnífico.
Muchas gracias
Noche, claro que se admite cualquier tipo de narración... conocida, jejeje. La cuestión es que sean historias cotidianas o no, más o menos fantásticas o terroríficas o dramáticas, pero influidas por la circunstancias que les rodean.
Un abrazo a todos
Pues sí, José Vicente, me ha gustado mucho. Es una fantasía en toda regla, pura ciencia ficción que mantiene el suspense hasta el final.
ResponderEliminarCreo que esta muerte dulce nos puede caer en cualquier momento, cuando algún desaprensivo inteligente suelte un virus para eliminarnos a todos, ¡me cachis! Eso sí, espero que no sea el 21 de diciembre de este año, aunque le llevemos la contraria a la profecía maya.
Al menos, has salvado a dos, los dos hermanos: queda esperanza.
Tienes imaginación y eso es lo principal para la ficción, para la maravillosa ficción, José Vicente, el cobijo que nos ampara en mundos tan reales como el real, la literatura en suma. Se parte de ella y, luego, a domar a las palabras hasta que digan lo que queremos decir de forma hermosa y bien escrita, una aventura fascinante, al menos para mí.
Un abrazo.
Pues yo sin dudarlo hubiera preferido morir a sobrevivir a tanto dolor.
ResponderEliminarUn beso
¡Felicidades! Me pareció muy bueno, fascinante, en su totalidad.
ResponderEliminarNo imaginé el desenlace dejando a dos vivos, para volver a empezar...
Déjame pensarle, que no lo has dejado muy fácil.
Besos.
una dramatica forma de tratar una de las causas mas usadas como final de la humanidad, con la salvedad de que es mas real pues no aparece al final el "heroe" que descubre la forma de matar al virus facil y rapidamente.
ResponderEliminar¿Sera asi cuando tenga que ser? es posible si seguimos por este camino
Un abrazo
Es muy interesante leerte a ti y a todos tus comentaristas. Sin duda, un tema apasionante, como soportar que tenemos fecha de caducidad, qué hacer para morir sin miedo, para de algún modo esperar la llegada de la muerte...
ResponderEliminarun asunto que siempre nos ha preocupado.
Intentaré buscar algo relacionado con lo que nos propones y trataré de escribir algo.
Me gustó el final, porque la humanidad no llega a desaparecer, de modo que al final no se cumple la profecía Maya... jaja.
un fuerta abrazo, amigo escritor.
Se me disparó la imaginación, jejeje. ¡Como me gusta esta sensación!. Y todo gracias a tu historia del fin de la humanidad (que no del mundo). Ahí va la continuación, esbozada esquemáticamente:
ResponderEliminar-Tres historias paralelas
1ª los dos niños que se salvaron, inmunes a la enfermedad y, por lo tanto, portadores de la cura. Las aventuras y peligros que tienen que afrontar. La idea principal es que el lector debe experimentar que la supervivencia de estos niños es la única esperanza de sobrevivir de unos pocos humanos que están tan aislados que aún no se han contagiado.
2º los astronautas de la ISS (estación espacial internacional). El doctor Balam es el único genio que puede conseguir la vacuna pero deberá obtener una muestra de sangre de algún superviviente inmune, es decir, de los niños perdidos. Para ellos el tiempo es apremiante debido a problemas técnico en la estación que no pueden solucionar por falta de recambios y la angustia que esto provocará al leer esta parte de la historia.
3º un grupo de astronautas chinos que viven aislado en una cúpula sumergida en el mar de china, simulando las condiciones de vida en un planeta extraterrestre. Es un programa secreto. Ellos tienen un vehículo espacial experimental. El lector sabe que ellos pueden ser la solución para rescatar a la tripulación de la ISS, pero aún les quedan tres meses de aislamiento en el fondo del mar. Ellos no saben que la humanidad se ha extinguido casi en su totalidad.
Si te animas, se puede seguir con la historia. La idea es que lo hagamos entre todos los que quieran participar. Los giros de la historia serán libres, incluso cambiando este esquema inicial. ¿Qué te parece mis locuras?
Un abrazo
ibso
El vinculo entre las tres historias es evidente para el lector: los chinos deben rescatar a los astronautas (entre ellos al doctor Balam), para que este fabrique la vacuna que salvará a los últimos humanos. Pero deberán encontrar antes a los niños perdidos.
ResponderEliminarEl suspense se mantiene porque, en ocasiones, todo parecerá perdido. Todos los personajes deberán encontrar una esperanza para seguir adelante, caminando en todo momento por el filo de un cuchillo. Si alguno no lo consigue, todos morirán y la extinción total de la humanidad será inevitable.
ibso
He querido leer de un tirón las tres partes de tu "muerte dulce" y la he disfrutado...pero hay un problema... ¡me he quedado con ganas de mas historias!
ResponderEliminarUna buena idea esa de ir engordando la profecia con las aportaciones de los blogueros, veremos que pasa.
Un beso
Sólo volver a agradeceros vuestras visitas y comentarios, a los que vienen a traves de la propuesta de San, bienvenidos y a todos muchas gracias.
ResponderEliminarSólamente aclarar que los que deseen contribuir al proyecto sería interesante añadir relatos que estén integrados entre el 14/8/2012 y el 21/12/2012, es decir contribuir a agrandar las Crónicas con nuevas historias.
Un abrazo a todos y gracias
Gracias a San llego hasta tu blog y me sorprendo de la calidad de tu relato. Me ha enganchado de principio a final, ameno, interesante, bien escrito...me encanta. Tu propuesta tambien es buena y generosa.
ResponderEliminarNos vemos por aqui.
Besos
Es el summum del fin del mundo, empezar de cero crear una nueva vida pura, en la que estén descartadas las equivocaciones del ser humano, pero en el fondo es una rutina cíclica que hay que vivir, como el nacimiento y la muerte...
ResponderEliminarMe ha gustado tú relato y como nos has llevado al principio de un nuevo "mundo"
Besos!!
Siento comunicaros que me he quedado sin ordenador, ha hecho crack. No se el tiempo que estaré sin el, ahora estoy escribiendo desde uno prestado.
ResponderEliminarSi veo que va ser mucho colgaré una entrada para comunicarlo, aunque espero que el contratiempo dure poco.
Un abrazo a todos y gracias
Muy buena idea. Lo tomaré con un poco de tiempo, pero... espero aportar algo.
ResponderEliminarUn abrazo.