El sueño del dibujante, Paco Roca

Hace unos días fuí, con mi amigo Julián Mingo al acto de presentación de Mostra Comic, un apartado dentro de lo que es la "Mostra de Cinema del Mediterrani",

Ahora se llaman Novela Gráfica, también conocidos como Comic, pero para muchos  de nosotros , una historia ilustrada, siempre serán Tebeos. 

Primero hubo una mesa redonda sobre "la escuela valenciana del tebeo", donde un grupo de antiguos dibujantes contaban sus experiencias en la Editorial Valenciana. Hablaban, no sobre comics, hablaban de tebeos, y donde en un tono, entre nostálgico y de denuncia, nos explicaban aquellos precarios años y su, casi esclava dedicación a la editorial, y que Paco Roca, en su extraordinaria obra "El invierno del dibujante" tan bien ha retratado.  

Yo conocía a Paco Roca de oidas, por comentarios de mi hija Irene, nunca lo había visto personalmente. Pero como el mundo es un pañuelo, he de decir que Paco Roca estudió dibujo, durante un largo periodo, en la academia de Silvia Lázaro, a la que acude a visitar de vez en cuando. Silvia es la artista/pintora donde acude a estudiar dibujo mi hija Irene, y a quién le realicé una de mis primeras páginas web Academia Lázaro.

También, y esto es lo más importante, es que Paco Roca fue galardonado en el año 2008 con el Premio Nacional del Comic, del Ministerio de Cultura de España, en su primera edición, por su obra "Arrugas". Una obra que he podido leer este fin de semana, y no me duelen prendas en decir que es de las historias mas emotivas y entrañables que he leido en mucho tiempo. Es sencillamente admirable, con un gran guión, y unos dibujos espléndidos.  Pero sobre todo llena de sensibilidad y humanidad

Cada página que leía, y espero que me perdoneis la temeraria comparación,  me parecía estar recordando los rmomentos, profundamente emocionales, que yo pasé escribiendo la historia de Leonor en uno de mis primeros relatos "Despertar"

Y el "Invierno del Dibujante", que también he ltenido oportunidad de leer. Paco, muy amablemente, me lo dedicó con una preciosa ilustración del personaje de Armonía, que hasta su nombre es bonito. Esta historia enlaza con la mesa redonda que explicaba al inicio de esta entrada. Aquellos autores hablaban sobre la "Editorial Valenciana", aquí Paco Roca, habla sobre la Editorial Bruguera y los autores que, hartos de las condiciones de esclavitud que imperaban en aquellos tenebrosos tiempos del franquismo más oscuro, se dicidieron a fundar una revista propia, la mítica "Tio Vivo". 

Estos autores eran ni más ni menos que Escobar, Cifré, Peñarroya, Conti y Giner, autores, ¡hay Dios! de Zipi y Zape, Carpanta, Don Pío, el Reporter Tribulete y Carioco, entre muchos otros. También pululan por sus páginas autores como Ibáñez, en sus inicios con Mortadelo y Filemón. El anárquico y genial Vazquez y su Doña Urraca. O Victor Mora con el Capitan Trueno, además de preparar su boda con la dulce Armonía, matrimonio que aun hoy pervive.

Esta entrada ha sido motivada, por la emoción que he sentido tras muchos años sin leer, en condiciones, un comic o un tebeo. Era algo que no hacía desde hacía mucho tiempo, y que en verdad echaba mucho de menos. 

En ocasiones recuerdo, cuando era niño e intercambiaba con mi amigo Julián los comics de Spiderman o los 4 Fantásticos. Incluso, a veces, ideábamos guiones y él dibujaba los personajes mientras estábamos en clase. Y es que mi amigo Julián es un gran dibujante, pero todo su trabajo está en una carpeta en el interior de un cajón. 

A ese cajón, de vez en cuando, debería de darle el aire. El talento hay que sacarlo a pasear que si no se aburre. Esta recomendación también vale para otra personita todavía más cercana a mí.

Eran tiempos aquellos de superheroes y hazañas bélicas, que luego fueron dejando paso al underground más corrosivo de "El Víbora", "Cimoc" o "El Papus".

Porque a Mortadelo, Rompetechos, Anacleto, las Hermanas Gilda, o la 13 Rue del Percebe, todos los que hemos crecido con ellos, los llevaremos siempre en nuestra memoria como una parte muy importante de nuestra educación y como unos momentos llenos de color en aquella España gris y en blanco y negro.

Y Paco Roca, para quien esto escribe, ha sabido trasmitir perfecta y magistralmente todas esas emociones.