miércoles, 9 de mayo de 2012

Todos los jueves relato - Érase una vez...

 




  El canto del Bosque







Érase una vez, que todas las mañanas al amanecer, cuando los árboles se desperezaban bostezando lentamente y se adivinaba el clarear de los primeros y tímidos rayos de sol por entre sus espesas ramas, un ruiseñor cantarín elevaba sus trinos por entre la espesura del bosque para anunciar a todos sus habitantes la llegada de un nuevo día.

Todas las criaturas que allí vivían, las que saltaban de árbol en árbol como las ardillas,  las que como las orugas se alimentaban de hojas, las que nadaban en la charca como los renacuajos y las que como los conejos corrían por la tierra, todas ellas acudían a sus diarias tareas, alegres y animadas, gracias al dulce despertar que les regalaba el ruiseñor cantarín con sus armónicos y melodiosos gorgoritos.

Así ocurría desde hacía mucho tiempo. Pero sucedió que aquel día todos ellos llegaron tarde a sus quehaceres diarios, el ruiseñor cantarín no cantó y no les había despertado. Los animales, enfadados, fueron a quejarse y a pedirle explicaciones de lo ocurrido.

Cuado llegaron encontraron al ruiseñor cantarín que, tapándose la cara con un ala, lloraba sin cesar.

-         ¿Qué te ocurre ruiseñor? – preguntó el gran ciervo ¿Por qué hoy no has cantado?  

-      ¡Si, si, todos hemos llegado tarde a nuestras ocupaciones por tu culpa! Dijeron al unísono y muy enojados el resto de animales allí congregados.

Cuando por fin pudo hablar entre el enorme barullo de quejas y gritos que se había formado, el ruiseñor cantarín les comunicó la triste noticia:

-         ¡Me he quedado afónico y no puedo cantar! – les dijo con apenas un hilillo de voz. - ¡Tengo que ir al médico de los ruiseñores sin falta para curarme!

-         Y entonces ¿quien nos va a despertar por las mañanas? – volvió a preguntar el gran ciervo.

-         No lo se – respondió con voz ronca y triste el ruiseñor antes cantarín

Durante un buen rato se hizo el silencio en el bosque, todos eran conscientes de la gravedad del asunto, sabían que llegarían tarde a sus tareas diarias si alguien no los despertaba al alba, pero ninguno quería asumir esa gran responsabilidad.

De pronto, entre el silencio general se oyó un ¡Croac!, ¡Croac!. Todos giraron la mirada hacía la pequeña charca y  allí, sentada encima de una gran hoja de Tilo estaba ella, una rana grande y verde que mirando altanera a todos cuantos allí estaban reunidos, les comunicó que ella se encargaría de sustituir al ruiseñor cantarín el tiempo que hiciera falta:

-    ¡Yo os despertaré a todos! - prometió.

-      ¿Pero tu croar desde esta minúscula charca no llegará a todos los extremos del bosque? – le advirtieron entre risas.

-         ¡Por eso no os preocupéis, ya me las ingeniaré! – respondió la rana desafiante.

Todos asintieron entre risas y carcajadas, pero finalmente no tuvieron otro remedio que aceptar, era la única que se había ofrecido a despertarles con la aurora. No podían hacer otra cosa que darle un voto de confianza. Así es que el ruiseñor, antes cantarín, pudo irse a visitar al médico de los ruiseñores para curarse de su grave afonía.

A la mañana siguiente, al amanecer, cuando los árboles se desperezaban bostezando lentamente y se adivinaba el clarear de los primeros y tímidos rayos de sol por entre sus espesas ramas…, un estruendoso sonido despertó espantados a los habitantes del bosque. Todos salieron despavoridos de sus madrigueras y sus cuevas. La lombriz se escondió escarbando aun más hondo bajo tierra, el búho se dio de bruces contra el suelo al caer desde su rama del susto y la liebre se pegó un chapuzón en el río al intentar huir horrorizada, incluso la culebra que no se había enterado que había llegado la primavera y continuaba hibernando se despertó y, llena de miedo, serpenteó hasta esconderse entre dos piedras grandes que ya estaban ocupabas por una familia de lagartijas.

¡CROAC!, ¡CROAC!, ¡CROAC!, ¡CROAC!

Se escuchaba sin cesar como un sonido estruendoso y terrible

Cuando ya todos se calmaron, buscaron la causa de tal espanto, pero no veían nada, hasta que un gorrión que pasó por allí y viendo el aturdimiento y el pánico generado, les indicó lo que sucedía. Subida a la copa del árbol más alto de todo el bosque, estaba la rana, hasta allí había ido subiendo durante toda la noche y con mucho esfuerzo, luego se había fabricado, con dos hojas grandes, un cono que a modo de altavoz, amplificaba enormemente su voz, y así consiguió que su croar llegara a todos los lugares del bosque.

Una vez repuestos del susto, los animales no tuvieron más remedio que aceptar que la rana había cumplido. Había conseguido despertarles, a pesar de que muchos, como el cervatillo, aun estaban temblando del susto.

Durante una semana entera estuvo repitiéndose la escena. Cuando se encontraban en el mejor de los sueños, llegaba aquel enorme croar que encogía de pavor hasta los pelos del Puerco Espín. Así un día tras otro. Todos estaban de los nervios. Algunos hablaban de emigrar a otro bosque y otros planeaban subir hasta lo más alto del árbol para, disimuladamente, darle un empujoncito a la rana. Afortunadamente, antes de que ocurriese nada grave, llegó el ruiseñor cantarín completamente curado y con nuevas y renovadas ganas de continuar su agradecida labor de canto y despertar.

Y así fue que finalmente la rana, exhausta del esfuerzo y porque durante esos días sólo se alimentó de algún mosquito que, despistado, llegaba hasta su copa, pudo bajar del árbol. Todos se alegraron de que la vida del bosque volviera a la normalidad e hicieron una gran fiesta, pero durante mucho, mucho tiempo en todos sus confines no hubo criatura más satisfecha que la rana que, de regreso a la charca y sentada en su gran hoja de Tilo, volvía orgullosa a su apacible vida y a su croar pequeñito. 

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36 comentarios:

  1. Qué apañá la rana! Es como McGyver jajaja
    Qué bonito el cuento y qué falta le hacía a la ranita sentirse realizada...!
    Me ha gustado mucho.
    Y qué tempraneros estamos!!!
    Un beso

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  2. Yo una vez fui rana y te prometo que subir a un árbol es una tarea más que admirable. Exigentes esos animalitos del bosque que acostumbrados a un idílico despetar se encontraron de pronto con los bocinazos del verde sapo.

    Por cierto, el médico de los ruiseñores no será el señor Ruiz... es broma, es que llevo muchos días fuera de casa y ya desvarío.

    Un abrazo y feliz conducción juevera.

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  3. ¿Una fábula? Posiblemente. Moraleja: el ingenio es el mayor de los altavoces.

    Un abrazo.

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  4. No supieron apreciar el tono de un bajo, estaban acostumbrados al refilar agudo, ayyyy, malos oídos los del bosque entero.
    Cro Cro cantaba la rana subida a una rama !aplauso y ovación! los hay desagradecidos.
    ¿Y si luego resulta ser un príncipe azul esa rana? Nunca se sabe.
    Delicioso cuento y aleccionador, nos lo regalas amable conductor. Besitos.

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  5. Pues si no leyese más que el final, ese final feliz, que rebosa cantares de croa-croá, me gustaría acabar como la rana de tu cuento, orgullosa y tranquila sobre la hoja de un tilo, con mi croar pequeñito. Muy buena moraleja, compañero.

    Gracias.

    Ah, acabo de colgar mi cuento.

    Beso.

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  6. Aplaudo a la rana, pues a pesar de saberse non grata, cumplió con su palabra por el bien de todos.
    Además, soy rana, el ruiseñor para mi es demasiado perfecto.

    Besos
    Lupa

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  7. No sabes como entiendo a la Rana, porque en la reunión de animales nadie se ofreció, NADIE!, porque nadie quiso responsabilidad, en cambio la buena voluntad de la ranita y su buen hacer hizo el resto, pero que exigente la gente con la voluntaria de la rana, si es que para criticar somos únicos.

    Moraleja: más vale maña que fuerza.

    Un abrazo.

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  8. Buenas noches José Vte.
    Pues me iré a dormir pensando en este cuento.
    Que ingeniosa la ranita.
    Es tan agradable, leer antes de ir a dormir.
    Ahora seguro que dormiré como una niña.
    Aunque me cuesta muy poco dormirme.
    Te mando un abrazo, desde mi rinconcito, Montserrat

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  9. Veo un egoismo brutal en los animales del bosque, a nadie le importa en ruiseñor, sino su función. Parecen una empresa ...
    Luego los muy cap... se quejan de la forma en que el suplente realiza el trabajo, aunque cumpla su misión maravillosamente.
    Si es que las sociedades son injustas.
    Buen cuento fantástico, que dice mucho.
    Abrazos.

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  10. Cu, cú cantaba la rana dice una canción popular, y asi despertaba a todo el bosque, no sin antes haberse subido al mas alto de los árboles, eso es superarse a si misma, y sentirse util, no todos podemos ser lindos y cantores como los gorriones, que de un vuelo se plantan en cualquier lugar, a veces o siempre cualquiera de nosotros podemos superar cualquier barrera o impedimento, creo que ahí está la madre del cordero.
    En otro orden de cosas ,los relatos de los jueves, que se publican los miércoles jeje...

    saludos

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  11. Es el primer relato que leo (de hecho pasaré mañana a leerlos a todos porque ya me está picando el sueñito), pero puedo asegurarte que desde ya, empecé a remontarme a mi niñez! Cómo me gustan los cuentos infantiles! Y en este caso particular, disfruté de esa ranita muy solidaria (ya que tuve una viviendo en mi casa por largo tiempo y me vino a la memoria su croar -sobre todo cuando se aproximaba la lluvia).
    Simpático relato poblado de animales y naturaleza!
    Y dando brinquitos me voy a la cama!
    Besos al vuelo: Gaby*

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  12. La gente es que es muy desagradecida, la pobre rana cumplió maravillosamente con su cometido, seguro que con el ruiseñor alguno no se despertaba...jajaja
    Salud

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  13. Me has hecho recordar los cuentos que -cuando eran chicas- les contaba a mis hijas!
    Gracias por ello!
    Un abrazo

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  14. Precioso cuento Jose Vicente, he disfrutado de lo lindo leyéndolo y me he descubierto con una gran sonrisa cuando he terminado.
    A los animales del bosque les pasa como a muchas personas, no quieren responsabilidad y cuando alguien se ofrece para ello encima le ponen pegas.
    Vamos, que si soy yo la ranita les digo que cada uno se ocupe de despertarse a sí mismo y fin del cuento. Menos mal que la del cuento era más solidaria.
    Me ha encantado
    Un abrazo
    Mar

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  15. Precioso y aleccionador cuento, José Vicente. Cuántos personajes de la espesura ciudadana deberían ser como esta rana y esforzarse en cumplir sus promesas y, después, satisfechos y orgullosos, volver a descansar a sus hojas de Tilo.

    Seguro que nos iba mejor.

    Un abrazo y gracias por estar ahí este jueves.

    Maat

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  16. ¡Qué cuento más original! Me ha gustado. Pobre rana, le debian haber hecho una fiesta, por el esfuerzo que puso la pobre; pero nadie está contento con nada, como en la vida real.
    Un abrazo

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  17. Qué egoístas y comodones eran los animales de ese bosque en el que los árboles se desperezaban lentamente y se adivinaba el clarear.....!.
    Además eran unos quejicas inconformistas que no estaban contentos con nada. Afortunadamente la rana les dejó en buen lugar, dándoles de camino una lección de inteligencia y superación.
    Un beso pequeñito.

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  18. No hay nada mejor que hacer algo por los demás y creer en uno mismo, eso nos da fuerzas para lo que creiamos imposible

    Precioso cuento

    Besos

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  19. ME LO COPIO PARA CUANDO TENGA NIETOS!!!! ES UNA HERMOSURA TU CUENTO.

    Eso sí, me molestó muy poquito tanta exigencia de parte de los habitantes de ese bello lugar. Me recordó a tanta gente.... pero bueno, eso da para otro cuento.

    Besos y abrazos mil.

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  20. Una dulce fábula, José Vicente, muy bonita.
    Me gusta esa rana y su buena voluntad. Se merecía que le hubieran hecho un monumento o, al menos, que los demás habitantes del bosque la hubieran invitado a chocolate con churros por los servicios prestados, pero ya se sabe que el mundo está lleno de desagradecidos.
    Seguro que le encanta a los más pequeños, así que si me aparecen por aquí vuelvo y se la leo para que disfruten un ratito.
    Un abrazo.

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  21. Veo que todos estamos de acuerdo en hacer un homenaje a la rana jajaja.
    En serio, que precioso cuento y cuanto dice de la ingratitud de muchos.
    Un beso

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  22. Un cuento, del cuento que es real, Jose Vte.
    La rana no se merecía ese trato desagradecido; ellla dio voluntariamente, y lo mejor que supo, su ingenio para cumplir el objetivo.... menos mal que se queda con su satisfacción personal, que eso es lo importante.
    Recibe un beso y mi recuerdo.
    Este domingo entregaré tu libro a Raticulina que ya es el único que faltaba.¡misión cumplida, amigo!

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  23. Bonito cuento, incluida la moraleja, el canto de la rana es feo, pero cumple su función, y es justo que se sienta satisfecha por ello.

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  24. Son muchas las enseñanzas que se derivan de este magnífico cuento, Jose Vicente. Tal vez la más destacable para mí sea que al que da lo que tiene, no se le puede pedir más. La rana se ofreciò para cumplir y se las ingenió para hacerlo, aunque para ello se tuvo que esforzar, agudizar el ingenio, dejar de alimentarse y abandonar la tranquila y reposada vida de su charca. Todo un ejemplo de solidaridad mal entendido y peor agradecido.
    Un abrazo.
    P.S. Gracias por la magnífica conducción de este jueves.

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  25. Lo siento José V., debería haberte avisado de que había escrito algo para tu entrada acerca del cuento, también que el título del post tendría que comenzar por Érase una vez...
    Espero estar más atenta la próxima ocasión, de veras.

    ahora leeré tu cuento.

    :)

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  26. Un bello cuento que plasma en los animales del bosque la realidad de nuestros días, donde poca gente es capaz de prestarse voluntaria para algo, de comprometerse al fin y al cabo, y encima, cuando alguien se ofrece a hacerlo de la mejor manera que sabe o puede no dejan de lloverle las críticas. ¡Si es que no tenemos remedio! (nos meteremos todos) Un aplauso para la rana, que se lo merece. Y un beso para ti.

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  27. Me ha gustado. Además de la moraleja del ingenio como recurso para salir adelante, me ha llamado la atención que la rana tuviera su correspondiente oportunidad y que ella estuviera a la altura de su compromiso. Ella pudo demostrar que lograría despertar a todos, por tanto, todos podemos hacer lo que nos proponemos si tenemos la suficiente ilusión, interés y ganas de hacerlo...

    Siempre escribes muy bien José V. y resulta sumamente agradable leer tus palabras.

    un abrazo amigo :)

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  28. Buenas Jose, empiezo tarde a leeros,pido disculpas a tod@s l@s jueveros, me pondre al dia entre hoy y mañana.
    Mi fantasia esta semana anda desbordada, contar cuentos, aún entre adult@s, es algo que deberiam@s hacer más a menudo,con sus moralejas, siempre nos hacen pensar, en como nos comportamos, "Hace mas el que quiere que el que puede" A demostrado la rana.
    Me a gustado mucho, felicidades por tu buen hacer.
    Besos amigo mio.

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  29. jajaja... que lindo y divertido cuento ya me imagino a todos los animalitos asustados arrancando, pobrecitos. Además este cuento me hizo recordar de cierta forma mis semnas de campamento en la playa cuando nos despertaban con un megafono muy fuerte muy temprano en la mañana...

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  30. Desde luego como son estos animales, la pobre rana croando a lo grande para despertar a bosque entero y encima no agradecen tanto esfuerzo, !la vida misma!. menos mal que siempre estan los pajaritos ruiseñores.
    Buen cuento, buena moraleja.
    Besos Jose.

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  31. Muy bueno, gran entrada :)

    Saludos,
    Francisco M.

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  32. existe un problema en ese bosque, la falta de pajarracos...ahora mismito, las 19.29 indica el reloj del pc, los pajarracos de la calle están pío que te pío. por lo tanto, creo que mandaré alguno de estos mío pa allá...
    en otro orden de cosas, josé vicente...
    ¿sabes por qué me ha encantado este cuento?
    por que bien que se lo podría contar a un mi hijo, en el caso de tenerlo, y se quedaría embelesado...
    en algún comentario de lo pocos que leo...claro está, de los hechos a otros compañeros, se apuntaba que los cuentos que todos conocemos existe la violencia o existe un malo muy malo...se apuntaba que a qué demonios estamos jugando al contar estos cuentos a nuestros infantes? pues bien, este tu cuento no adolece de esa falta...es blanco, es pa niños, qué demonios¡¡¡ diríase que es el tipo de cuento perfecto pa ellos...
    medio beso, josé vicente.

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  33. Qué rana tan generosa y bella nos creaste con tu ingenio y ternura.
    Me encantó! y todos agradecimos que regresara el ruiseñor ya curado, jajaja. Muy bello!
    Besos.

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  34. Bonita fàbula, J.Vicente, muy ingeniosa. Me ha gustado Mucho. Yo debo tener alma de niña, que no por la edad, que también, sinó porque disfruto mas con estas lecturas, llamémoslas "menores" que con un novela de intriga, que también. jajajaaj! Muchos abrazos

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  35. Hermoso cuento José, aleccionador y bellamente redactado.
    Un placer volver a leerte.
    Un abrazo.

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