El Pacto
( Ilustración original de Julián Mingo Sánchez)
( Ilustración original de Julián Mingo Sánchez)
Dos gotas de su sangre mojaron el documento
y el pacto quedó cerrado, Desde ese mismo instante tuvieron claro que sus almas
estaban condenadas para toda la eternidad.
A cambio del sacrificio que suponía el castigo eterno, compraron una vida envuelta en el magma ardiente de la libertad, la lujuria y el libre albedrío, experimentaron con las razones que les dictaban sus corazones y sus propias ideas, apelando únicamente a su razón, sin dogmas ni convencionalismos impuestos. Y así fue hasta el fin de sus días.
A cambio del sacrificio que suponía el castigo eterno, compraron una vida envuelta en el magma ardiente de la libertad, la lujuria y el libre albedrío, experimentaron con las razones que les dictaban sus corazones y sus propias ideas, apelando únicamente a su razón, sin dogmas ni convencionalismos impuestos. Y así fue hasta el fin de sus días.
Ellos siempre estuvieron convencidos de que
aquel había sido el mejor acuerdo que jamás pudieron alcanzar, porque el pacto
siempre fue contra el diablo de sus propios prejuicios.
Ale, que aquí está mi pacto y, por si las moscas, esta semana no solo no me he pasado con el texto, raro, si no que ni siquera llego a las 125 palabras. A ver si el tio Gus metido a diablo me aprueba.
ResponderEliminarUn abrazo a todos y a ver que le vendemos a maese Frank Laverno que dice mi amigo Julián. (Por cierto gracias)
A mi eso de los pactos con algo que no existe no me va...jajaja
ResponderEliminarSalud
EXCELENTE!!!
ResponderEliminarUna genialidad este texto. Un pacto que en parte me gustaría mucho hacer!!!
Un abrazo.
y...todo depende del lado del que se mire...hasta el costo que deberán afrontar!
ResponderEliminar=)
Un abrazo.
El texto está muy bien.
ResponderEliminarUy que miedo a este ente mejor ni nombralo.
Besos, Montserrat
Los diablos siempre son interiores...
ResponderEliminarDos gotitas de sangre y pacto sellado, fuera prejuicios, fuera lo reprimido, a olvidarse del coco. El diablo en nosotros mismos, está verdadero, el otro, desengañémonos, es un invento.
ResponderEliminarGran idea, relato que me gustó por lo diabólico. Besito.
Yo pactaría ahora mismo por controlar esa demonia que me coarta la libertad muchas veces, ojalá pudiera vencer esos arraigados prejuicios inculcados a fuego, pero...seguiré sufriéndola hasta que tenga suficiente valor.
ResponderEliminarUn beso.
El mejor pacto que se puede hacer, vivir la vida segun como la quieres vivirla sin convencionalismos impuestos, el diablo tambien nos puede hacer libres.
ResponderEliminarsaludos
Hola de nuevo José Vte.
ResponderEliminarAyer terminé tu libro Despertar,.
He quedado maravillada, por tu humanidad, sencillez y nobleza.
No me taches de pelota eh¡¡¡¡, pero digo lo que pienso.
De nuevo falicitaciones para tus colaboradores/as.
Besos a todos/as, Montserrat
Muy buen trabajo, he leído ya varios relatos, y estáis que os salis!
ResponderEliminarBesos
lupa
La verdad es que vivimos bajo los convencionalismos de la sociedad y a veces es bueno saltárselos y vivir como te dicte el corazón.
ResponderEliminarUn abrazo
Ojala todos hicieramos este tipo de pactos...el mundo iria una miagina mejor...
ResponderEliminarBesos
Todos llevamos nuestro diablo particular a cuestas en forma de prejuicios, miedos, convencionalismos, imposiciones, lo que tiene que ser así porque siempre ha sido así... pactar con el diablo y superar eso es muy tentador.
ResponderEliminarFantástico tu micro.
Un beso
Perfecto, José Vte. COn pocas palabras, cuanto has dejado dicho y que sabor de boca deja... yo también firmaría ¡qué diablos!
ResponderEliminarUn besazo.
PD: Aún me río del comentario que me has dejado, ha sido realmente genial jajajajaja.
Un pacto de sangre para una vida nueva...pero todo acaba en un brindis sin pactos por una realidad creible. Hay que ser valiente y borrarse de muchas cosas.
ResponderEliminarUn beso
Hola, José:
ResponderEliminarVengo hasta aquí especialmente invitado por Montserrat.
Pues tenía razón, tienes un buen blog, leí un par de entradas y me parecieron muy buenas. Con tu permiso, me quedo como seguidor.
Un fuerte abrazo.
HD
Una forma de pactar diferente, con resultados poco esperados para algunos, aunque para otros es de valientes,¿ y no hay letra chica en este?
ResponderEliminarBesos.
Pues que te ha quedado de lujo! Para que hasta "el Dib", maestro de la brevedad te haya llegado, guau. Felicidades! Gran texto.
ResponderEliminarY un abrazo menos breve que tu texto, jajaja.
Breve pero intenso. Me pregunto cuántos pactos de sangre se harán a diario en nuesto mundo, y no todos contra los prejuicios.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo José Vicente.
¡Uf!. Pues ese no es un mal pacto. Creo que habría que pensárselo porque no está nada mal vivir una vida sin prejuicios, dogmas ni convencionalismos impuestos me parece un buen trato.
ResponderEliminarCreo que intentaré pactar un poco con mi demonio interior, (pero sin llegar a vender mi alma del todo)
Muy bueno, como suelen decir, lo bueno si breve dos veces bueno, y el tuyo es genial.
Un beso
Mar
No sé yo hasta que punto es un buen pacto el de estos dos. Personalmente creo que la libertad tiene límites que no se deben traspasar, eso de hacer siempre lo que te de la gana sin pensar en las consecuencias, sin atenerte a normas y principios morales no va conmigo, pero si la gente así es feliz, no he dicho nada, ea. Un beso.
ResponderEliminarEn cierto modo el pacto tiene su lado positivo, nosotros mismos solemos ser un obstáculo... para nosotros mismos! El tema está que también necesitamos algún tipo de límite y control, porque también es fácil desbarrancarse. Sabrán ellos dos el resultado, aunque el costo final pueda terminar siendo elevado... dos almas condenadas a la eternidad, da miedito!
ResponderEliminarBesos al vuelo y un siempre gracias por tus palabras:
Gaby*
Pues si, dejemosnos de eufemismos y dejemo de llamarle Diablo,Mal, Baal, Loas o como queramos llamarlos. La realidad, la sencilla realidad es que elpacto lo hacemos con nuestra propia conciencia. ¿no?
ResponderEliminarUn abrazo
Estupendo el relato, con buen giro y mucho mensaje.
ResponderEliminarMe encanta ese acabar con el diablo de sus propios prejuicios.
Un abrazo.
Supongo que todo bien administrado puede que no de lugar a excesos... Aún así pienso que estos pactos son personales, uno decide como los dirige y hasta donde llega..
ResponderEliminarInteresante tu apuesta
Un beso
vengo leyendo distintas concepciones del diablo...no te diría que en pocas he visto esta concepción tuya ni en muchas...como llevo comentando tres días de a poco, pues la verdad, se me escapa esa proporción. y sin embargo, sí que me ha quedado en el recuerdo eso, las distintas visiones o conceptos que de él estamos mostrando. me gusta esa de que cada uno lo llevamos dentro, de que el diablo está dentro de nosotros, vamos, el mal...
ResponderEliminarpero y pero y pero...
lo que realmente me ha gustado, al menos al golpe de lectura inicial, es ese ramalazo moralizador que destila tu micro...
medio beso, josé vicente.
Amigo José Vicente, yo creo que algún dirigente político valenciano ha pactado también con el diablo...
ResponderEliminarComo siempre un lujo pasear por tu blog.
Un abrazo amigo.
Buen pacto y buen texto.
ResponderEliminarUn abrazo
Llevo un rato dándole vueltas a "el pacto siempre fue contra el diablo de sus propios prejuicios", y coincido con Nocheinfinita, un prejuicio es generalmente negativo y si ese acuerdo fue contra lo malo y perverso que tienen los escrúpulos, convencionalismos y el recelo es un compromiso beneficioso para su vida.
ResponderEliminarun abrazo amigo :)
Muy agudo, un desenlace realmente interesante.
ResponderEliminarTe felicito por la destreza que demuestras al jugar con la palabra.
Un saludo
Cuatro veces lo he leido... CUATRO!
ResponderEliminarY no logro pescar algo que se me escapa... Dime: y después de la vida... una eternidad de tormentos????
Naaaa....no sé si me cuadra.
Baci