El despertador sonó temprano como cada
mañana. Las 6,30 indicaban los grandes números rojos digitales mientras la
apagada voz de un locutor iba desgranando, de manera monótona y concisa, noticias
de la actualidad. Le gustaba despertarse poniéndose al día de las novedades del
mundo, últimamente bastante agitado por la crisis que lo asolaba todo. Nunca le
gustó el sonido que emitían los despertadores, le parecía estridente y molesto,
prefería despertarse con un poco de música pero la mayor parte de las veces lo
hacía escuchando las noticias que a esas horas tan tempranas siempre sonaban a
nuevas, aunque fueran antiguas y sabidas del día anterior. A su lado, su mujer
hizo un ruido, como diciendo algo, pero enseguida se dio la vuelta y continuó
durmiendo. Carlos se giró y durante unos segundos la observó, le dedicó la
mejor sonrisa que su cara somnolienta era capaz de mostrar y, moviendo la
cabeza en señal de afirmación, comenzó a
vestirse haciendo el menor ruido posible, no deseaba por nada del mundo despertarla,
ella también tenía lo suyo.
Entraba a trabajar a las 8, pero no le
gustaba ir con prisas, era una costumbre que tenía asimilada desde hacía ya mucho
tiempo. Mientras se vestía de forma parsimoniosa, iba pensando en todos los
años que llevaba realizando la misma rutina día tras día, levantándose diariamente
a esa hora para acudir a su trabajo. Si, hacía ya 37 años que trabajaba en la
misma empresa, montando muebles. Había entrado de aprendiz, recién cumplidos
los dieciséis. Nunca quiso estudiar así es que su padre le buscó colocación en una
pequeña fábrica de muebles, propiedad de un amigo suyo, y que con el tiempo se
convertiría en la gran fábrica que era ahora y que exportaba a muchos países.
El dueño hacía varios años que había fallecido, y fueron sus hijos
quienes, tras sus estudios y su formación universitaria, se habían hecho cargo
de la empresa, transformándola del pequeño taller que fundó su padre, a la gran
fábrica que era ahora. Decían que el éxito era debido a su buen hacer y a una
buena gestión, pero sobre todo a las magníficas subvenciones para la
exportación que recibían gracias a sus buenos contactos políticos. Al menos era
lo que se comentaba por la fábrica y desde luego en las asambleas sindicales
que los reunían todos los años.
Mientras se afeitaba, rutina que hacía sin falta todas las mañanas, se contempló
en el espejo. Tenía ya 53 años, él siempre pensaba que bien llevados, pero no
pudo evitar, mientras se observaba, reconocer que empezaba a tener un aspecto
algo avejentado. Su pelo se había llenado de canas, y las arrugas hacía ya
tiempo que cruzaban su rostro, otorgándole un cierto aire de cansancio. Dio un
resoplido de resignación y desechó rápidamente el pensamiento, no quería seguir
pensando en eso, así es que una vez bien afeitado, se dirigió lentamente a la
cocina y se dispuso a prepararse café. Este era, sin duda, uno de los momentos
del día que mas apreciaba. Le gustaba enormemente sentir el aroma inundando la
cocina por la mañana, generalmente era lo que terminaba por espabilarle de la
somnolencia que aun pudiera arrastrar. Pero ese día, extrañamente, no terminaba
de espabilar, se notaba con una extraña sensación impersonal y de dejadez, sentía
como si aun estuviera en una incómoda duermevela. No le dio más importancia,
era verdad que últimamente se sentía mas cansado de lo habitual, y la noche
anterior le había costado conciliar el sueño. Sin duda era debido al cansancio.
Mientras tomaba el café acompañado,
como siempre, de sus dos magdalenas y sentado en la mesa de la cocina, recordó
a sus hijos. Los dos trabajaban también en la fábrica de muebles. Aunque él
hubiera preferido que estudiaran algo de más porvenir, no tenía más remedio que
aceptar que habían salido a él, y que lo de estudiar no iba con ellos. Conforme
fueron cumpliendo la edad para trabajar fue conseguido que los contrataran en
la fábrica. Colocar a ambos le costó un buen esfuerzo. Hicieron falta
interminables ruegos a los encargados y el sacrificio de muchas horas y algunas
vacaciones, pero había valido la pena, ahora estaban los dos bien colocados, y
los podía ver todos los días. Incluso almorzaban juntos.
Ambos se habían casado. José, el pequeño, hacía apenas un año con una
buena chica muy joven y muy guapa que también trabajaba en la fábrica, en la
oficina llevando números, como decía él. Y Carlos, su hijo mayor, que en apenas
tres meses iba a tener su primer hijo. Este suceso tenía a toda la familia
revolucionada, sobre todo a su mujer, que se pasaba los pocos ratos que le
dejaba su trabajo limpiando escaleras cosiendo trajecitos de lana para su
futuro nieto. Él no podía evitar reconocer que le hacía especial ilusión,
aunque eso supusiera pasar directamente al rango de abuelo.
Miró el reloj de la cocina, eran las 7,15, el autobús no pasaba hasta
las 7,30, y además paraba en la misma puerta de su casa. La fábrica estaba a
las afueras de la ciudad y le costaba unos quince minutos llegar. Remoloneó un
poco más, estaba a gusto esa mañana entre sus propios pensamientos. Recordó,
con orgullo, que nunca en su vida había llegado tarde al trabajo, era algo que
no podía concebir, por eso se levantaba siempre con el tiempo suficiente, le
agobiaba ir con prisas. Tampoco nunca en los 37 años había faltado a su puesto
ningún día. Los dos días que nacieron sus hijos nunca los consideró como falta.
Tampoco los doce días que estuvo hospitalizado tras ser atropellado por aquel
coche una noche al volver del trabajo, hacía ya muchos años. La fábrica era parte
de su vida, incluso reconocía en muchas ocasiones que algunos de los mejores recuerdos
que tenía estaban ligados a ella, como
aquellos nueve días de huelga, que encerrados en el interior fueron obligados a
salir por las fuerzas antidisturbios. ¡Se montó una buena!, sonrió recordando
que incluso salieron en la televisión. Aquellos eran buenos tiempos de
reivindicaciones y esperanzas. Nunca lucharon tanto y nunca consiguieron tanto.
Lograron mejorar algunas condiciones de trabajo y sobre todo una buena subida
salarial en aquellos tiempos de sueldos miserables. Los más antiguos aun
recordaban esos años con buenas dosis de emoción.
Un fuerte trueno le devolvió a la realidad, se dio cuenta que ya debía
de irse o aun acabaría llegando tarde. Se asomó a la ventana e hizo un gesto de
contrariedad, estaba lloviendo, y hacía frío, con resignación y tras coger el
bocadillo envuelto en papel de aluminio que él mismo había preparado, se puso
el abrigo, cogió el paraguas, y se dirigió hacía la puerta para marcharse. Estaba
a punto de cerrarla cuando vio que se encendía la luz del pasillo y oyó unos
pasos que se acercaban lentamente. Se alegró de que su mujer fuera a
despedirle.
- ¿Dónde vas a estas horas? – le preguntó con voz cansada
- ¡A trabajar!, ¿dónde voy a ir?
- ¡Pero Carlos, ya es la segunda vez que te pasa, ¿es que no te
acuerdas que la semana pasada cerraron la fábrica?
con este gobierno, la mayoria nos vamos a ver asi
ResponderEliminarSaludos a todos
Hay cometarios en los que sería interesante que el autor se identificase
ResponderEliminarimposible,el aguila roja no se desenmascara
ResponderEliminarpienso como el moderador,que seria bueno que te identificases,no creo que sea muy inteligente, lanzar la piedra y esconder la mano; y sobre lo de ZP,no estaría mal tener unos comentarios sobre la situacion economica, pero no solo de este pais,podriamos debatir sobre la globalizacion,sobre el efecto invernadero,etc, etc.
ResponderEliminarun saludo a todos, incluso a las aves de rapiña
Parece ser que Aguila Roja, se ha escurrido entre los tejados y se ha escondido.
ResponderEliminarSaludos
no,no me he escondido,estaba esperando a ver como reaccionaba la peña, parece que no hay sangre; o es que casi todos piensan como yo.
ResponderEliminarEn cuanto al amiguete Blas, me parece que esos temas que expones te vienen un poquito grandes.
Un saludito
Aguila roja
niñaaaa,saca la escopeta que vamos a cazar pajaros
ResponderEliminarNo es que la peña esté a favor de tus conclusiones, por otra parte muy legítimas, aunque discutibles, es que normalmente a las personas nos gusta saber con quien hablamos, no es agradable hablar con sombras o paredes.
ResponderEliminarYo permito los comentarios como anonimos para facilitar el acceso a todos, pero es un escudo tras el cual no se debería de esconder nadie, y del cual si se abusa, se tiende a terminar.
Es una historia tristemete dramática y al igual que la sociedad es triste, sin rumbo, sin destino, tienen brújula pero les falta un rumbo, es la historia del día a día. Recuerdo la crisis que pasamos hace años, yo era un chaval de familia medio-misera, no recuerdo que mis padres me hablasen de crisis, yo les hablo a mis hijos de la crisis en toda su naturalidad.
ResponderEliminarEfectivamente, creo que es una historia tristemente real,pero decir con toda la simpleza del mundo que toda la culpa la tiene ZP y su gobierno, creo que no es la mejor manera de afrontar la realidad. ZP tiene la obligacion de sacarnos de esto, solo o con las ayudas que sean necesarias, pero no es el único culpable de esta situacion, en todo caso es uno de los varios culpables. Esta es una crisis BRUTAL, sin parangón a nivel mundial
ResponderEliminarHace una semana todos tuvimos la oportunidad de ver al lider de la oposicion hablar con toda libertad, respondiendo a las preguntas de las personas de la calle, y realmente las soluciones que daba para salir de la crisis, rayaban en lo patético.
Y por favor os ruego que aunque entreis como anonimo, firmeis los comentarios, las razones las he expuesto en mi anterior comentario
Bueno ahora me toca a mi, aunque entro como anonimo no tengo nada de ello, a ver si me abro de una vez una cuenta como dios manda y no tengo que andar medio escondido, en fin que el tema de la crisis está, se nota en el ambiente, en los amigos que estan sin faena, en los foros, en cualquier rincón por muy alejado que este o escondido se habla de ello, como me decia el autor de este blog, en mi casa el sábado (que gracias a el, podemos hablar de cosas como esta en este rincón de internet) las crisis estan para superarlas, y mas los currantes que desde que tenemos uso de razón somos currantes, que nos levantamos pronto nos acostamos tarde siempre pensando en el mañana, unas veces encontramos un buen curro, otras no, ¿quien no ha tenido nunca una crisis en su entorno personal, familiar, laboral? ¿ nos hemos venido abajo? ¿verdad que no? tenemos la obligacion de pelear, luchar, de no rendirnos nunca es lo que toca, asi se solucionan los problemas, las crisis, lo que nos venga encima.
ResponderEliminarJulián
dentro de poco espero abrirme un blog
biennnnnnn,veo que la gente se engancha al blog y mas con este tema;si quereis, yo saco otro tema a relucir.
ResponderEliminarSe comenta que Manuel Chaves, puede ser nombrado vicepresidente del gobierno,pero, joroba, no hay en el PSOE gente preparada y joven que no lleve más de 30 años en el poder?.
Opino que tantos años en el poder, como es este el caso,lleva inevitablemente a la corrupcion, como pasa aqui en Valencia, con el amigo Camps,etc.
En cuanto al señor moderador,vemos que no le gusta mucho la derecha,a mi tampoco,pero jo... con mister Bean tambien vamos apañados.
Aguila roja
(que conste que he firmado)
Vale sr. Aguila Roja, acepto barco, veo que es imposible, aunque algún dia sabre..., estoy cerca.
ResponderEliminarLos cambios en el gobierno, eran mas que inevitables, que entre gente como Chaves, o incluso el mismo Pepe Blanco, está claro que no son savia nueva, pero ahora de lo que se trata es de que entre gente capaz de sacar adelante esto, que no es poco, y luego ya se verá si son acertados o no.
Chaves ya ha dejado la presidencia de Andalucia, y no es probable que vuelva, nadie lo hace.
Mr. Bean es lo que tenemos, y hay que confiar, pero es que hasta que no se empiece a solucionar la situacion economica a nivel mundial, o por lo menos europeo, no se solucionara en España, nosotros tenemos pocos recursos propios, salvo el turismo, y los chalets, jejeje, como para salir de todo esto por nosotros solos.
Nota, como podeis ver he sacado un nuevo post, pero se puede seguir con este foro, si quereis, ya que está interesante, a pesar de los que no se ponen "chapa"
pitu, mi mas sincera enhorabuena por el nuevo blog, me parece realmente emocionante.
ResponderEliminarEstas hecho un artista y me alegro mucho por ti.
Lo dicho,mucha suerte y que seamos muchos los que lo leamos incluida toda clase de fauna iberica.
Gracias Blasón, pero lo que hace falta es que colaboreis todos, para que el proyecto fructifique, aunque sea, ahora si, con trabajos firmados con seudónimo
ResponderEliminarJose Vicente, enhorabuena por tu blogs
ResponderEliminarun trabajo excelente
Lola
Y la realidad de muchas partes y muchas personas.
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