Vuelta a la realidad

Hoy hace un año y seis días que estaba convencido de que me había tocado la lotería. Aquel 22 de diciembre de 2010 supe que había sido seleccionado para un taller de empleo de diseño gráfico con un contrato de un año de duración. Y hoy justamente hace un año que empezaba ese taller, lleno de ilusión y espectativas, aunque siendo consciente de lo que se trataba y de las pocas posibilidades de continuar en el mismo terminado el año. Pero los seres humanos siempre intentamos acogernos a una vaga esperanza, aun sabiendo que puede ser complicado.

Yo siempre  mantuve en pie la posibilidad de que podría haber alguna prórroga, y ampliar el contrato hasta los dos años que son los preceptivos y legales en este tipo de talleres. Hasta hace un par de meses en que definitivamente abrí los ojos, uno que es así de cándido. Es ésta una sociedad donde únicamente impera el poder de la subvención, el amiguismo y los votos políticos, sobre cualquier otra cosa. 

Hoy he vuelto a ir al Servef (Servicio Valenciano de Empleo) para apuntarme de nuevo al paro. Como cantaban Módulos, "Todo tiene su fin"

Supongo que entenderéis que ésta no va a ser la entrada más animosa y alegre que vais a encontrar por la blogosfera, los últimos tiempos, por lo que a mi se refiere, no están siendo pródigos precisamente en buenas noticias y mucho menos de las que levantan el ánimo. Aun así intentaré no haceros llorar demasiado, que seguro que bastante tiene cada uno con lo suyo.

He de reconocer que me da mucha pena que se acabe éste 2011, para mi ha sido un año como no he tenido en mucho, muchísimo tiempo, y porque eso significa que se me escapa el oasis en el que me he encontrado durante estos 365 días. Para mi estabilidad emocional y por supuesto económica, no dice mucho el afirmar que éste ha sido el único trabajo remunerado que he podido encontrar desde aquel aciago marzo de 2006 en que la "patucha" dijo: ¡hasta aquí! ('Cesar, cuidate de los idus de Marzo')

De momento tengo algunas cosas a las que agarrarme, además de la familia y su siempre inestimable apoyo, dar el impulso definitivo al libro de relatos, seguir con el taller de escritura y profundizar todo lo que pueda en el campo de la literatura, que de momento es lo único que me está dando alguna alegría. 

La realidad ha sido que, no se si provocado por ese ánimo favorable que concede el estar a gusto con uno mismo, pero es verdad que este año ha sido extraordinariamente creativo para mí. A esa creatividad recien descubierta tengo que agarrarme. A ella o a que ahora sea el sorteo del Niño, el que me toque en forma de contrato, o si no el del Padre. Para mí es fundamental sentirme útil.

Espero me perdoneis esta entrada llorona. Como suelo decir, mañána me volveré a levantar y veré el mundo con otros ojos, más limpios y con algo de esperanza, de momento es lo que hay. Y aquí lo dejo, que viendo como está el panorama por ahí fuera, no tengo ningún derecho a quejarme más de la cuenta.

En resumidas cuentas, y por hacer balance, el 2011 ha sido un buen año para mí personalmente, ¿A que timbre hay que llamar para repetirlo?

FÉLIZ AÑO 2012,  ESE ES MI DESEO PARA TODOS. 

QUE LA LUZ SIGA ILUMINANDO VUESTRO CAMINO.