Ésta ha sido la semana del agua. Como casi todos los años por estas fechas, una vez terminado el verano, En el mediterraneo se da el fenómeno de la "gota fría". La gota fría es un fenómeno típico del Mediterráneo, ya que el contraste
térmico es mayor que en otras zonas. Es un mar que se calienta mucho en
verano y que puede llegar a estar cerca de treinta grados en zonas
cercanas a la costa, pero cuando llega el otoño suelen entrar bolsas de
aire frío en capas altas. Al ser más ligero el aire caliente que hay
sobre el Mediterráneo, éste asciende rápidamente, formando una gran
borrasca (Wikipedia).
Este año ha sido especialmente dañino y virulento, en apenas dos días ha
generado numerosos estragos y daños en cantidad de lugares, e incluso
ha habido pérdidas humanas.Una verdadera tragedia.
Pero también ha tenido una parte que, partiendo de lo que podría haber sido una catástrofe, se ha convertido finalmente en todo un espectáculo para miles de valencianos que nos hemos acercado a la playa de El Saler para observar como dos buques mercantes de miles de toneladas han embarrancado en la playa, a apenas 50 metros de la orilla. La fuerza del agua y el viento, de la naturaleza en definitiva, es portentoso. Sucesos como este creo que nos hace un poco más pequeños.
Pero también ha tenido una parte que, partiendo de lo que podría haber sido una catástrofe, se ha convertido finalmente en todo un espectáculo para miles de valencianos que nos hemos acercado a la playa de El Saler para observar como dos buques mercantes de miles de toneladas han embarrancado en la playa, a apenas 50 metros de la orilla. La fuerza del agua y el viento, de la naturaleza en definitiva, es portentoso. Sucesos como este creo que nos hace un poco más pequeños.
La visión de los dos barcos varados, sabiendo que no ha generado víctimas, ha sido única y espectacular.
Supongo que ya circularán innumerables imágenes por la red, yo os dejo con algunas fotos que he sacado esta mañana para que os hagáis una idea.
Recomiendo ampliar para verlas bien, algunas son bastante impresionantes.
Curiosas fotos nos traes Jose Vte. esto puede acabar en una anecdota.
ResponderEliminarLamento por otra parte la catastrofe de perdidas de vida,los aún desaparecidos, los destrozos en la ganaderia, en la agricultura...la naturaleza azota fuerte.
Te mando mis saludos musicales y armonicos para que te acompañen en tu inicio de clases.
Besos.
Anna J R.
Coincido, me gusta cuando la naturaleza nos hace sentir pequeños. Puede dar miedo, hacernos ver vulnerables o hasta victimarios, pero esa fuerza de la naturaleza implica que la vida aun sigue prevaleciendo sobre la técnica. Y eso me gusta.
ResponderEliminarUn abrazo, hasta noviembre.
Las fotos impresionan y asustan, un saludo.
ResponderEliminarDe la gota fría de este año, mejor no hablo. Por aquí, han sido terribles los daños en la zona de Lorca y Puerto Lumbreras, además de las muertes.
ResponderEliminarLlevas razón: son impresionantes las fotos que nos muestras. Y es que cuando la naturaleza se remueve... Al menos, no tenéis que lamentar muertes ni daños.
Un abrazo.
Caray, qué impacto... qué fuerte ver eso...
ResponderEliminarLa lluvia me encanta, es necesaria, es vida. Pero cuando llueve mal y hace daño es sencillamente terrible. No debería ocurrir eso, como lo que ha ocurrido en el sur. Aquí arriba no, ha llovida bien, muy bien incluso, muy tranquilo, que es como debería llover siempre.
Y por lo que he escuchado decir en la tele, parece que no va a ser fácil ponerlos estables flotando, que tendrán que sacar la arena de debajo de los cascos, te puedes poner las botas sacando fotos de la operación de rescate...jajaja
ResponderEliminarSalud
Tanta tecnología y al fianal, sufrimos los mismos males que hace sesenta años. Incluso en política.
ResponderEliminarPreciosas fotos.
Muy buenas las fotos. Hace unos años vi también un carguero embarrancado cerca de Pals, y es algo que impresiona.
ResponderEliminarAbrazo.
Las fotos son impresionantes!!!
ResponderEliminarLa lluvia me gusta, pero no cuando se enfurece y arrambla con todo. A nosotros nos ha llovido ligero.
Un abrazo
Hola Jose vicente: Estos hechos que relatas y que has fotografiado tan magistralmentte, se produjeron solo tres dias después de nuestra estancia allí mismo, en el Saler, y hacia una calor insoportable. Nada hacia presagiar que ocurriria esta desgracia. Y por suerte no han habido desgracias personales.
ResponderEliminarUn reportaje estupendo.
saludos para tí y tus chicas.
Impresionantes imágenes. La fuerza de la naturaleza nos hace ver nuestra pequeñez.
ResponderEliminarUn saludo
Sin duda una catástrofe lo de la gota fría.
ResponderEliminarBicos
Menudas imagenes, madre mia
ResponderEliminarYa lo creo que impresionan las fotografías que nos has traído, de cerca y de lejos. Fíjate que no sabía yo de este fenómeno, conozco los daños del temporal, claro, pero no sabía que podía ocurrir algo así. La verdad es que veo poco la tela, o nada.
ResponderEliminarGracias, compañero.
Bastante impresionantes las fotos, que dan miedo (el perro que aparece en la foto antepenúltima con todo el protagonismo, hasta posando) Lamento muchisimo que haya causado tantos daños ese fenómeno y que se registraran pérdidas humanas...
ResponderEliminarTu reseña, de lo mejor amigo. Muy fuerte abrazo.
Hola José Vicente, impresionantes imágenes.
ResponderEliminarAcabo de oír en la Ser a la concejala de Medio Ambiente Lourdes Bernal, preocupada por el deterioro de las dunas de la playa por tanta afluencia de gente... aludía a que se están haciendo agujeros.
Y digo yo, que con el tema de los agujeros, más que en la playa del saler, éstos han sido en la depuradora de Pinedo... bromas aparte, la lluvia del viernes fue impresionante, yo nunca había visto llover así, me pilló conduciendo y bua toda una aventura circular por la ciudad.
Un abrazo amigo y hasta pronto.
Unas fotos impactantes. Asusta mucho ese fenómeno.La naturaleza cuando se desmadra tiene una fuerza que sobrecoge.
ResponderEliminarMaripaz
Hola amigo.
ResponderEliminarHas comàrtido muy buenas fotografías.
La semana pasada la lluvia nos inundó el garaje de la finca.
Un beso, Montserrat