sábado, 30 de octubre de 2010

A Miguel Hernández

Cuando yo fuí al colegio, nunca dimos a Miguel Hernández, de hecho no dábamos literatura, a excepción de pequeños repasos a los clásicos como Cervantes, Lope de Vega, y el Tenorio, que todo hay que decirlo, a mi en lugar de saturarme por la masiva y terca representación que de la obra se hacía, año tras año y en cualquier lugar y de cualquier modo, consiguió que me gustara, y hoy en dia la echo de menos cuando se acercan estos dias de difuntos, pero repasar a Lorca, Antonio Machado, Miguel Hernández, etc. nada de nada...

Yo, como tantos de mi generación, creo, lo conocí tiempo después y  a traves de la música, a traves de las canciones de Joan Manuel Serrat.
Pasados los años, cuando salió a la venta aquel album, insólito por aquellos años, compuesto por cuatro discos llamado Album de oro, yo corrí a comprarlo, ahora es una de las joyas de mi discoteca en vinilo, pero en aquellos, mis tiempos de reivindicaciones y de deseos de cambiar el mundo, aquel disco con las canciones dedicadas a los poetas, a Antonio Machado con el "Españolito" o las dedicadas a Miguel Hernández  "Nanas de la cebolla", "El niño Yuntero" ó "Para la libertad", etc. consiguió el milagro de que empezaramos a entender y a amar la poesía, y a comprender la fuerza que ésta podía tener.


Por eso este homenaje que yo le quiero hacer a Miguel Hernández deseo que pase también por quién me hizo descubrirlo en aquellas interminables tardes en las que sentado al lado del tocadiscos, escuchaba a Serrat cantar sus poemas mientras yo, emocionado, los íba leyendo, entendiéndolos y sintiéndolos, saboreándo cada palabra, y doliéndome cada frase.
A mi me lo hizo descubrir, espero que otros muchos también lo haga.

La Elegía a Ramón Sijé, son, probablemente, las mejores palabras que alguien le puede dedicar al amigo que se a ido para siempre, al amigo muerto, y uno de sus mejores poemas. estremecen los tres estados de ánimo por los que  Miguel Hernández transcurre en el  mismo:.

  DOLOR:

"Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler, me duele hasta el aliento

 FURIA:
"No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada"
 

 RESIGNACIÓN:
"A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero"






Las Nanas de la cebolla es un poema que duele solo leerlo, se lo dedicó Miguel Hernández a su hijo, al que apenas conoció, gracias a la maledicencia de Franco y sus huestes.
Su mujer le contaba en sus cartas que no tenían nada para comer, y que la leche de su pecho con la que le alimentaba sabía a cebolla, ya que muchas veces eso era lo único que había para comer, de ahí el título y el poema, desgarrador como pocos.

"En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre"






El Niño Yuntero nos trasmite a una época, la España de la miseria, del hambre, de las injusticias sociales, a Miguel Hernández le duele ver a los niños, que como a él le ocurrió, tienen que trabajar de sol a sol.
Miguel Hernández se revuelve contra esa injusticia y alza su voz contra ella, como tantas veces hiciera:

"Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello"

Mas tarde grita con desgarro:

"Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina"


"Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo"


Para Miguel Hernández la solución está en la solidaridad y la comprensión:

"¿Quién salvará a ese chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?"


"Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros"




Hoy 30 de Octubre de 2010 se cumplen cien años del nacimiento de uno de los mejores poetas que ha dado España, un hombre integro, comprometido con su tiempo, genial poeta y con muy mala suerte en la vida, y olvidado durante muchos años de dictadura.
Reivindicarlo y restablecer su honor con la nulidad de un proceso franquista injusto e ilegal como el que tuvo debe de ser una prioridad, es una cuestión de humanidad, es un deber de justicia.

Añado: Que el centenario del nacimiento de Miguel Hernández haya conincidido en el tiempo con la muerte de Marcelino Camacho, histórico dirigente sindical de CC.OO. es una casualidad, o mejor, un guiño a los valores de la izquierda, que está pasando por un via crucis y que nunca se deben de perder. No nos olvidemos de ninguno. 

10 comentarios:

  1. estoy contigo, fue uno de los mejores poetas que ha dado nuestra tierra, comprometido y justo hasta su muerte.

    Un abrazo.

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  2. Como te he escrito en tu entrada coincidente con el homenaje a Miguel Hernández, está bien recordar a los grandes hombres.

    Un abrazo

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  3. Sí, sí señor... José Vte. me ha emocionado tu entrada porque haces un repaso por algunos de los poemas de Miguel que yo prefiero. Y esa puntilla final, hilando los dos hechos, nunca se me hubiera ocurrido pero qué clara tienes la vista y qué clara tu capacidad de relacionar.

    Una vez, leyendo a mis alumnos las Nanas, glups, se me quebró la voz, jajajaja, todos me miraron flipando. Me cuesta, como a ti, acercarme a ese poema y poder aguantar mi llanto de compañero.

    Una cosa, no sé que hay en las ventanas negras pero me dice error, no veo nada. ¿Es un vídeo? ¿Son fotos? Me sale un letrero en que pone no sé qué de un error de flash o algo así. Lo seguiré intentando. Pero bueno, lo esencial de tu entrada me ha llegado. Y me ha llegado con enorme fuerza.

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  4. Problema solventat. Ha sido volver a refrescar la página y me salen los poemas musicados...

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  5. Yo siento haber escogido estos tres poemas de Miguel Hernández que probablemente sean de los mas tristes y dolorosos, pero a mi son los que mas me llegan, y uniéndolos con Serrat son pura vida y sentimiento.

    Cuando ya había publicado la entrada, he vuelto a escuchar por la radio la noticia del funeral por las calles de Madrid, con miles de personas despidiendolo, y de repente he caido en que algo los unía, ambos han luchado por el pueblo y ambos se han convertido en símbolo de los trabajadores.

    Un abrazo

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  6. Eastriver el comentario anterior va en respuesta al tuyo, y el funeral al que me refiero es, obviamente, al de Marcelino Camacho, que no se que me pasa con los nombres que se me olvidan.

    Saludos

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  7. Yo si que he tenido la suerte de dar en clase la obra de Miguel Hernández, a manos de una de las mejores profesoras de mi instituto. Me ha inculcado amor hacia su poesia y ahora es un poeta que me encanta y al que respeto y admiro.

    Lo pasó mal durante su vida, tuvo mala suerte y todo eso se refleja a lo largo de su obra, pero dota todos y cada uno de sus poemas de una sencillez y una realidad que me apasionan.

    La del niño Yuntero, por cierto, recitada por mi profesora y escuchada luego con la voz de Serrat en un radiocasette, me hizo llorar en clase...

    Por lo que estoy totalmente de acuerdo contigo: Es sin duda uno de los mejores poetas que ha dado este pais.

    Un abrazo!

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  8. EniGrint, escuchar sus poemas por un buen narrador es verdad que llea a emocionar, y el Niño Yuntero nunca deja indiferente.
    Me alegro que te guste.

    Hoy los tiempos han cambiado, y a Miguel Hernandez, en las escuelas, se le da la importancia que se merece como uno de los mejores poetas que ha dado nuestro país, también porque el que se pueda estudiar bien su obra, ayuda a entender mejor el uso de la hipérbole que tanto usaba y de la que era un maestro.

    Un beso

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  9. Me alegro que también te hayas acordado de Marcelino Camacho, se merecía un bonito homenaje. Fue un hito y un referente para la clase trabajadora. Me da pena que se vayan perdiendo estos reprentes.

    Un abrazo.

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  10. Encarni, Marcelino Camacho fue un gran luchador por la libertad sindical y por los trabajadores de este pais, que menos que hacerle una mención cuando se le rinde homenaje a un poeta que escribió siempre pensando en los trabajadores y en el pueblo.

    Un abrazo

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