Los sucesos que han
ocurrido en mi entorno en las últimas semanas no me han permitido hacerme eco
de este hecho importante que paso a comentar.
Hace unos días, un grupo
de personas afectadas de polio nos hemos reunido y hemos creado la Asociación de Polio i Síndrome Postpolio de la Comunidad Valenciana (APIP C.V.)
Es este un proyecto
ilusionante que hace ya mucho tiempo tendría que haberse llevado a cabo, pero las
circunstancias, y la soledad en la que habitualmente nos movemos los afectados de
polio, tan acostumbrados a afrontar en solitario la enormidad de obstáculos que
la vida (y la sociedad) nos ha ido poniendo a lo largo de nuestra vida, hacía
que muchos tratáramos de hacer la “guerra” por nuestra cuenta. La realidad, y
tropezarse cada día más con los muros de la ignorancia y la incomprensión, nos
ha enseñado que la unión hace la fuerza.
Muchos ya sabéis que yo he
escrito una novela llamada “Sueños de escayola”. En ella quise reflejar lo que
supuso la tremenda epidemia de polio que asoló España en los años 50 y 60,
cuando miles de niños fueron contagiados por una enfermedad que se cebaba casi
en exclusiva con los más pequeños, generando flacidez y parálisis en piernas y
músculos, dañando pulmones (aquel temido pulmón de acero que les abría a la
vida); meses y años de reclusiones en sanatorios, recorriendo hospitales, de
operación en operaciones, rehabilitaciones, etc. toda una enormidad de difíciles
advenimientos que nos marcó la vida para siempre por las secuelas físicas y
psicológicas que nos dejó.
Este libro con tintes
autobiográficos lo escribí con la idea de dar a conocer unos hechos que, a
pesar del daño que dejó en tantísimas familias, aparecía casi como olvidado. Muchos
pensaban que la polio, la parálisis infantil como se la conocía, era un mal viejo
y extinguido. Craso error, la polio todavía no está erradicada. He conocido
gente, y no solamente jóvenes, que apenas sabían lo que era la poliomielitis.
Sin embargo, los sobrevivientes
de la polio seguimos aquí. Lo que narra el libro es un pasado que no hay que
olvidar, pero hoy existe un presente. Somos personas que rondamos los 50 y 60 años
y creo que se podría decir que estamos en la flor de la vida, pero seguimos
cargados de consecuencias y problemas: enorme desgaste físico, constante falta
de fuerzas, dolores intensos. Tropezamos con la incomprensión por parte de autoridades
y médicos, negando o rebajando valoraciones de discapacidad y jubilaciones; muchos
dicen no reconocer el Síndrome Postpolio y ni siquiera valoran las secuelas propias
de la polio. Yo mismo he tenido lamentables experiencias en ese sentido.
Ahora nace APIP C.V. y
esperemos, junto a otras muchas asociaciones que han ido germinando en todo lo
largo y ancho del país en los últimos años, ir cambiando mentalidades y
circunstancias.
Fuimos víctimas de la
negligencia del franquismo, hoy somos los grandes olvidados de la democracia. Luchemos
para cambiarlo.
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| Esta foto es de la primera reunión que mantuvimos y no están todos los que fundaron la Asociación |
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Adelante amigo, qué buenas noticias!!!!
ResponderEliminarGracias Emejota, ahí estamos, en la lucha.
EliminarMuchos besos.
Me alegra mucho saber que ya han constituido su asociación, enhorabuena y mucho éxito en todos sus planes y programas, que alcancen sus objetivos y metas.
ResponderEliminarUn grandísimo abrazo, para cada uno de sus integrantes!!
Así es Sara. Tras muchos años ya parece que la asociación se pene en marcha. Todavía está en pañales.
ResponderEliminarEsperemos que de buenos frutos. Objetivos y reivindicaciones no falta.
Muchos besos a las dos.