Para hacer mi aportación a la semana del sentido del tacto que ésta semana ha propuesto Mª Jesús Paradela, me he permitido, haciendo caso a unas sugerencias que me hicieron a raíz del microrelato Aroma final, a elaborar una segunda parte, que ahora presento.
Aunque es un relato que perfectamente podría haber sido autónomo, me he permitido ésta licencia.
Confío en que os guste, pero también me gustaría que si os parece una mala decisión no os cortaseis con las críticas.
DOS HORAS DE AMOR
Habían pasado muchos años, desde su
último encuentro. La juventud hacía tiempo que había dado paso a la serena
quietud de la madurez. Primero con desánimo luego con añoranza, aprendieron a
vivir el uno sin el otro, la vida les fue indicando el camino, pero los amantes
jamás olvidaron. El aroma del recuerdo seguía, invariable, en ese lugar
recóndito de su memoria.
Pero lo que era inevitable que
ocurriera, sucedió. Un día, en una calle, los amantes se encontraron y el mundo
entero se detuvo para ellos. En lo que pareció una eternidad no hicieron nada,
no dijeron nada, sólo se miraron y recordaron.
La mano del hombre se posó
suavemente sobre la mejilla de la mujer y ella, con dulzura, movió ligeramente su
cabeza para que delicadamente descansara en ella.
- ¿Recuerdas?
-
¡Si!
No hicieron falta más palabras,
entrelazaron sus manos y no se sorprendieron de que el destino, caprichoso, hubiera
querido que su reencuentro tuviera lugar en las puertas de aquel lugar
prohibido, testigo de tantos deseos.
En la soledad de la habitación y,
nerviosos como adolescentes, los amantes se enfrentaron al paso del tiempo a través
de su propia desnudez. No pudieron evitar el impacto que les produjo lo que veían,
ellos ya no se parecían a aquellos cuerpos jóvenes, de piel firme y tersa que ambos recordaban; incluso, con el primer
abrazo, sintieron que ese aroma que con retraimiento comenzaban a absorber uno del otro, ya no era aquel que con
tanto fervor habían guardado como el más profundo de sus secretos. De repente
se dieron cuenta de que el tiempo había hecho, irremediablemente, mella en
ambos.
Un súbito pudor se apoderó de ella,
el inesperado azoramiento la llevó a hacer un intento de retirarse para coger
sus ropas y taparse, pero él se lo impidió, siguió abrazándola y, con una
decisión y una rudeza que incluso a él mismo le sorprendió, la besó en la boca.
Ella, liberándose de la inicial aprensión, le correspondió con un beso largo y vehemente. Aquel fue el inicio
para el retorno a unos tiempos, ya lejanos, que nunca habían podido olvidar.
Las siguientes dos horas fueron todo
un enardecimiento al amor y al deseo. Quisieron resarcirse de todos aquellos
años de ausencia y se entregaron con una
pasión desmedida y olvidada, Sus cuerpos se mezclaron y se retorcieron,
rememorando momentos casi mágicos y de otro tiempo, llenos de pasión y de
lujuria, que los condujo a una convulsión
final maravillosa y llena de mutua complacencia y gozo.
Sudorosos y extenuados,
permanecieron largo rato en silencio, abrazados, gozando del placer que el
contacto de sus cuerpos les proporcionaba.
Cayeron en la cuenta de que apenas
habían hablado desde que se habían encontrado, el recuerdo, la pasión y el
deseo habían sido más fuertes. En susurros, como temiendo alertar a algún
duende sobre lo prohibido de su renovado amor, hablaron y se contaron algunos
momentos de sus vidas, no todo, porque no todo era importante. Pero sobre todo trataron
sobre el futuro, del suyo, del que les esperaba a partir de ese momento. Ahora
que se habían vuelto a encontrar, habían descubierto que su amor era demasiado
bonito y lo suficientemente importante como para renunciar a él. Pero tampoco
deseaban renunciar a sus propias vidas.
Decidieron que se encontrarían allí
todos los años, así sería para siempre o hasta que alguno de ellos se cansara y
dejara de acudir. No habría llamadas, ni mensajes, ni siquiera recordatorios,
simplemente se encontrarían una vez al año, en el mismo sitio y a la misma hora
para dedicarse dos horas de amor.
Para mi no bastarían dos horas al año. Creo yo
ResponderEliminarBueno, bueno...calentito...mejor dicho cálido...a mi no me bastaria encontrarme una vez al año....esta historia está predestinada a vivirse cada dia...aunque cuando esto ocurre, ya se sabe...si entra la rutina...se enfria....
ResponderEliminarBuen relato Jose Vte.
Yo no te puedo criticar... es maravilloso. He pasado por el blog de María Jesús y sé que escribí algunas palabras sobre el sentido del olfato tras leer alguna de tus excelentes historias sobre ese sentido y, ahora conseguirás que imagine algo sobre el sentido del olfato, solo porque esta lectura me agradó tanto y me motivó de tal modo, que inspiras...
ResponderEliminarun abrazo.
Buen relato. No hay punto medio en la pasión,si solo se ven dos horas al año es poco, pero mantienen el deseo encendido. Si se vieran cada día, acabarían por apagarlo. Qué hacer?? Una solución quiero!
ResponderEliminarAroma final tenía ese regusto de exprimir el tiempo como si fuera el último día que iban a verse. Sabemos de los protagonistas que tienen un amor prohibido, entonces se supone que ambos tienen otra vida con otras parejas y que la pasión y el deseo les ha hecho unirse durante un tiempo, que terminaron la relación y ahora vuelven a encontrarse para decidir dosificar el deseo. Existen relaciones que son alimento para la carne y existen relaciones para compartir la vida, no sé hasta que punto una relación puede llegar de un lugar a otro. Además, si se cambia el escenario donde se producen los encuentros a la larga bien podrían cambiar los sentimientos.
ResponderEliminarDos horas de amor al año es como un brindis por lo que fue. Como abrir un album de fotos en la nostalgia. Jose Vte, no le voy a preguntar a tus personajes por qué decidieron despedirse aquella vez, y a hora tampoco les voy a preguntar por qué quieren rememorar su pasión una vez al año, quizá les baste para soñar todo un año saber que la otra persona existe y sólo existen para ellos mismos.
Este relato me recuerda a una pelicula francesa titulada 'una relación privada (o pornográfica).
Sinopsis: Una señora decide poner un anuncio y tener una relación sexual con algún joven y encontrarse con él en una habitación de hotel.
Te pongo un trailer Pincha aqui
Una vez al año? No, no sería capaz de esperar un año.
ResponderEliminarEstupendo, me gusta mucho.
Bicos
Mª JESÚS, coincido contigo, para mi, personalmente, tampoco serían sufucientes dos horas al año. Gracias por estas convocatorias que nos permiten intentar exprimir nuestro ingenio.
ResponderEliminarUn abrazo
ANNA, la rutina es una buen antídoto contra la calidez que comentas. Probablemente estos amantes, después de tantos años de separación, no desean que el hastío inunde su relación.
Me alegro mucho que te haya gustado.
Un fuerte abrazo
ESILLEVIANA, con críticas como la tuya da gusto escribir, levantan el ánimo que no veas. Creo que la admiración a la hora de escribir es mutua, tú tienes un gran dominio de las palabras y eso queda perfectamente reflejado en tus relatos, que recomiendo fervientemente.
Muchas gracias y un gran abrazo
RATICULINA, yo no te puedo dar una solución, probablemente tan equivocada fue la decisión de dejarlo años atras, como la de revivir su amor solamente dos horas al año. ¿O no?.
Supongo que pensarán que despues de tantos años, y ante la sorpresa de verse tan cambiados, no desean que el exceso les lleve rapidamente al hastío que produce la rutina, ellos prefieren mantener viva la llama de la pasión el mayor tiempo posible.
Muchas gracias y un abrazo
ENCARNI, me ha encantado tu reflexión. Mientras pensaba en el final de la historia, por mi cabeza pasó el recuerdo de aquella otra película de Robert Múlligan llamada "El próximo año a la misma hora", donde una pareja que se conoce accidentalemnte, se compromete a volverse a encontrar al año siguiente. Es una buena película. La que tú has recomendado no la conocía, pero parece interesante. intentaré buscarla para echarle un vistazo.
ResponderEliminarObviamente cuando me plantee la historia de Aroma final no lo hice con el ánimo de hacer una continuación. Pero hacerlo me ha parecido un buen reto.
Yendo a lo que planteas, creo que las decisiones que se toman en momentos puntuales de la vida, solo el tiempo decide si ha sido la más acertada o no. A estos amantes, la vida les ha dado una segunda oportunidad después de muchos años, pero probablemente las circunstancias que les llevó a dejarlo en la ocasión anterior, no han variado mucho, por eso deciden mantener una ligera llama en su relación y en su amor, que son esas dos horas al año. ¿Insuficiente?, seguramente, pero a ellos les basta.
Muchas gracias, Encarni, y un fuerte abrazo
DILAIDA, es dificil planteárselo, ¿verdad?, una relación de dos horas al año. Cuando una historia de amor se plantea así, solo el tiempo confirma si ésta es acertada o no. Pero me ha parecido un buen planteamiento.
Un fuerte abrazo
Me recuerda una película antigua americana, de los años cincuenta, creo. La situación es semejante, la decisión igual. Con el tiempo su relación pasa de amantes a amigos, casi familia, se conocen sin tapujos y se consuelan mutuamente, se preguntan por sus respectivas circunstancias familiares, que van evolucionando con el paso del tiempo. Resulta interesante observar la acción del paso del tiempo sobre las personas.
ResponderEliminarLa idea de quedar una vez al año me parece muy interesante, doblemente intensa. Aunque pesándolo bien, ahora, con los medios de comunicación que tenemos a nuestra disposición...... imagínate cómo no mandarse un mail o una llamadita de vez en cuando. Un fuerte abrazo.
¡Qué bonito!! Osea que se sacaron el clavo, ben por ellos me pregunto ¿será mejor hacer ya maduros que jóvenes llenos de fuerza para hacer mil acrobacias?? Un gran abrazo
ResponderEliminarEMEJOTA. no se si te refieres a la película que comentaba antes "El año proximo a la misma hora", que es de 1978, con Alan Alda y Ellen Burstyn, tenía una trama parecida a la que planteo yo aquí. Con el tiempo se convertía en una relación tan rutinaria como si convivieran a diario.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de los medios de comunicación actuales, tienes toda la razón ¿Aguantarían sin mandarse siquiera un mail durante un año?. Yo también lo dudo, pero no deja de ser una posibilidad.
Un fuerte abrazo
DRAC, el sexo no se acaba con la edad, es otro de los asuntos que éste relato desea confirmar.
Un abrazo
me gusta la continuación de la historia , aunque no se si un encuentro al año sería suficiente para mantener la pasión ,aunque caer en la rutina puede ser peor.
ResponderEliminarme ha gustado como describes los efectos del paso del tiempo , las reacciones ante los cuerpos reales y los recordados ( supongo que algo idealizados ).
Unbesazo
Un besazo
Jajajajaja!!! Me encanta José Vte., una historia fascinante, de película. Qué te voy a decir... ¿Cómo se puede querer dos mujeres a la vez y no estar loco? ¿Una vez al año no hace daño? Cada persona es un mundo. Yo te voy a contestar sencillamente que el destino está marcado, y lo que es, es! A mi me ha gustado mucho esa coincidencia de la vida, la del reencuentro. Besos.
ResponderEliminarBuen relato, intenso, lleno de emociones vividas y por vivir, da a pensar lo corta que es la vida, recordar aquellos buenos momentos, entremezclandolo con el presente, en fin que un año no es nada y pasa pronto y cuando esto pase los amantes se seguiran emocionando como la primera vez......
ResponderEliminarun abrazo
una maravilla de relato, el verdadero amor nunca se olvida aunque pasen los años y la vida, aunque la piel se arrugue, se lleva en el corazón.
ResponderEliminarbesitos
ANUSKY, cuando me plantee la posibilidad de escribir el relato como una segunda parte, tenía claro que lo iba a hacer desde el punto de vista del paso de los años, y la sensación que la realidad podría reflejar en los amantes.
ResponderEliminarEs posible que una de las razones de verse solo una vez al año sea debido al miedo de la realidad del paso del tiempo, que ambos tenían idealizado.
¿Quien sabe?
Muchas gracias y un fuerte abrazo
FELICITAT, yo no se si el destino está marcado de antemano, es verdad que hay veces que así lo parece. El que se hayan encontrado en el mismo sitio en que se despidieron, además de ser una buena excusa argumental y poética, es perfectamente pausible. Yo creo que solían pasar por ese sitio a menudo, esperando algún encuentro, y ese dia llego.
Gracias por tus comentarios, un fuerte abrazo
JULIAN, si el relato es bueno, no se , eso lo teneis que decir vosotros, que está lleno de emociones y que es intenso, no me cabe la menor duda, era el planteamiento, tanto de este como del anterior, hacer un relato basado en el amor, pero con una alta dosis de erotismo.
Un abrazo y nos vemos el sábado
ANA, en definitiva, eso es lo mas hermoso de todo, que el amor y a pesar del tiempo transcurrido, sigue estando presente. Es lo que más debería flotar en el ambiente una vez leido el relato.
Un fuerte abrazo y muchas gracias
Me ha gustado mucho esta continuación. Sobre todo que al cabo de los años, al reencontrarse, la pasión sigue viva. Un relato muy visual.
ResponderEliminarUn beso
noche
Un relato apasionante y apasionado. Un reencuentro lleno de caricias, de tactos recordados, debe ser una magnífica experiencia.
ResponderEliminarSi esta historia fuera cierta, al siguiente año romperian la promesa y se verían antes, ya lo veremos en la tercera parte, je je je
ResponderEliminarUn saludo.
Me ha encantado el relato.
ResponderEliminarAunque solo se encuentren una vez al año, con esa pasión ya basta con una vez al año, o no...
Saludos
NOCHE, yo creo que a todos nos gusta que una historia de amor sea inmortal y que la pasión dure.
ResponderEliminarMuchas gracias por el halago. Un fuerte abrazo
ARO, al final me ha salido menos "tactil" de lo que yo quería, pero creo que si ha salido descriptivo. Seguro que si que es una magnífica experiecia.
Un abrazo
MAMÉ,si una cosa es segura, es que no habrá tercera parte, jejeje. Esta continuación me pareció interesante por los efectos del paso del tiempo, pero hasta ahí.
Un abrazo
YRAYA, muchas gracias por el elogio. Si que parece que la pasión les dura a pesar de los años trnscurridos. Y eso es lo verdaderamente importante.
Si será suficiente con una vez al año, quedará escondido en el misterio de su lugar secreto.
Un fuerte abrazo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarQuisiera decirte que me ha gustado esta segunda parte de esta historia de pasión prohibida y atemporal. Pero también quiero comentarte la reflexión que me ha provocado al leerla:
ResponderEliminarDesde la primera parte hablas de un "amor" prohibido, y coincidiendo con Encarni, he supuesto que lo sea porque existen otras relaciones sentimentales en sus respectivas vidas o en la de uno de ellos, relaciones que, por mantenerse en el tiempo, son importantes para ellos. ¿Hay engaño?.
Cuando deciden verse cada año para mantener una relación basada en el sexo (es mi opinión) no entiendo el por qué. Es decir, si se aman, si después de tanto tiempo se han vuelto a encontrar y han renacido en ellos unos sentimientos tan fuertes como para continuar viéndose, ¿porque no luchan por formar una pareja?. Por hacer que su amor no sea prohibido.
Espero esa tercera parte.
Un saludo.
Ibso.
IBSO, muchas gracias por tu comentario, también por las dudas que planteas, que son bastante lógicas. Como ya comenté anteriormente no voy a hacer una tercera parte, creo que ya no es necesario para el devenir de la historia. Pero si que, si me lo permites, voy a dar mi opinión, pero dejando claro que solo es una opinión. Estas historias en las que se esconde más información de la que se muestra, son muy proclives a que cada uno saque sus propias conclusiones.
ResponderEliminarComo bien has dicho, los dos amantes, o por lo menos uno de ellos, tienen otra relación a la que no pueden o no quieren renunciar, por nada, de ahí la primera separación.
Cuando se vuelven a encontrar, la situación parece ser que no ha cambiado mucho, se siguen queriendo en silencio, pero mantienen una relación familiar estable y probablemente feliz, de ahí el reafirmarse en el “amor prohibido”.
Después del reencuentro, ambos se quedan algo paralizados por lo cambiados que se ven, se han idealizado, pero se siguen queriendo. ¿Qué hacer a partir de ahora?:
¿Renunciar a sus propias vidas privadas e iniciar una historia común?
¿Volver a verse con asiduidad, como amantes, como en su juventud?
¿Volverse a separar para siempre?.
Ellos deciden una solución intermedia, en realidad es una actitud algo cobarde, verse solamente un día al año les permite asegurarse una magia y una pasión casi asegurada sin arriesgar prácticamente nada. Ambos, en el fondo, saben que si vuelven a mantener citas asiduas, esa magia y esa pasión se desvanecerán con el tiempo, además de los riesgos que suponen para sus propias vidas particulares, a las que ninguno desea renunciar.
Por último, quería hacer hincapié en una frase que resume muy bien ésta postura:
“así sería para siempre o hasta que alguno de ellos se cansara y dejara de acudir. No habría llamadas, ni avisos, ni siquiera recordatorios”.
Es decir, no se dan direcciones, ni teléfonos, ni nada que les pueda obligar en la relación futura, también dejan bien claro que en el momento que alguno deje de acudir, sin importar el motivo, esa relación es muy posible que haya llegado a su fin.
Ellos, y para terminar, quieren mantener una historia de amor, puro, mágico y lleno de pasión. Ese es el trasfondo de la historia
Me parece que me ha salido mas larga la explicación que la historia. Eso, normalmente, no suele ser bueno, jejeje.
Un fuerte abrazo
Jose Vte.
ResponderEliminar2 horas de pasión esporádicamente, harían esa relación eterna. Si lo que acaba las relaciones es verse a diario. En esa brevedad ¿qué defectos podríamos verle al otro?
Hola José Vicente,
ResponderEliminarTu relato me recuerda un montón a una peli francesa algo viejilla. Diría que es clavado a una escena de la peli, cuyo nombre no recuerdo. Es la historia de dos amantes que se conocen siendo jóvenes durante unas vacaciones de la chica, él marinero y ella una estudiante parisina. Posteriormente, él viaja a Paris para pedirle matrimonio, pero ella lo rechaza. Al cabo de 20 años, ella a sus cuarenta, recuerda aquel chico como la mayor pasión de su vida, así que le busca, le llama y le cita para un reencuentro. Se ven en un hotel y es allí cuando trascurre esta escena (yo dría que clavada a tu relato). De hecho en la peli, después de ese encuentro los amantes siguen viendose durante años, justamente una vez al año, hasta que el muere a causa de un cáncer. No sé si te habrás inspirado en esa peli. Si es así, te agradecería si me dieras el título, llevo años tratando de encontrarla.
Saludos.
Silvia
Hola Silvia, siento no poder ayudarte, no se cual es la película a la que te refieres. Este relato nació comno una especie de continuación de otro que escribí unas semanas antes, este que se llama Aroma Final
EliminarNo tenía idea que se parecía tanto como dices, pero bueno supongo que ya casi todo está escrito y que solo queda darle vueltas a los temas para intentar ser un poco originales.
Si que te puedo hablar de otra película, en este caso americana, que se llama "El próximo año a la misma hora", que si me lo recordó al escribirla. Pero bueno es que este es un tipo de historia, la de los amantes que se reencuentran, bastante recurrente en la literatura y en el cine.
Un abrazo y gracias por tu comentario.
Mi historia es el envés de la suya. No es ficticia, aunque tal vez inverosímil. Se enamoraron cuando ella tenía catorce años y él acaso veinte. Contrariadas familias e insalvables geografías los separaron. Cada uno vivió más o menos feliz a la distancia de tres continentes Sin ninguno de los dos saberlo, paralelamente, aunque en diferentes disciplinas, los dos se hicieron profesores universitarios.Ambos se casaron. Ella enviudó, y regresó a su país debido a la muerte de un familiar muy cercano. Durante el funeral, en una iglesia, se encontraron después de casi cuarenta años. Al día siguiente almorzaron en interminable charla. Hablaron de todo menos de amor. A la semana siguiente ella debía partir, él vino a despedirse, y repentinamente la besó, con toda su alma. Desde entonces no se han vuelto a ver. Se escriben todos los días.
ResponderEliminarRealmente es una triste historia de amor, imposible por las circunstancias de la vida. Esas cartas que ahora los mantiene unidos es el encuentro en la distancia al que ya no podrán renunciar. Suerte.
EliminarEn estos momentos estoy pasando por lo mismo, después de 37 años de no vernos nos encontramos y sentimos como no hubiera pasado un minuto, nuestro amor eterno como lo llamas, la diferencia los dos estamos ya casados y hasta con nietos que hacer?.
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