Mi aportación a la semana de las sensaciones olfativas propuesto por Mª Jesús Paradela
AROMA FINAL - MICRORELATO
AROMA FINAL
Los amantes rozaron el universo
casi al unísono, fue aquel un momento tan mágico, como ninguno de los dos
recordaba haber sentido nunca.
Esta era su última cita, habían
decidido terminar con su amor prohibido y, con todo lo que les había unido
durante aquellos años. Quemaron fotos y destruyeron regalos, pero decidieron
quedarse con lo que, sin duda, era lo más preciado que se podían entregar y lo
que verdaderamente les había unido durante todos aquellos años, ellos mismos.
De forma instintiva, comenzaron a
recorrerse lenta y lascivamente por última vez, se tocaron cada centímetro de
sus cuerpos acariciándose con las manos, se besaron con suavidad y también con
pasión, recorrieron con sus lenguas cada palmo de piel y, sobre todo se
olieron, absorbiendo cada uno el aroma del otro.
Ninguno de los dos quería dejar
que nada se perdiera. Ambos sabían que cuando se separaran nunca más se
volverían a encontrar, así lo habían acordado.
Durante aquel tiempo indeterminado, que
a ellos les pareció solo un pequeño instante, se olfatearon y se apoderaron
cada uno de la esencia del otro, nunca…, nadie…, jamás, se lo iba a poder
arrebatar. El aroma de sus cuerpos, el perfume de esa pasión que tantas veces
habían sentido y el olor de esta última tarde de amor iba a quedar, bien
resguardada, en lo más profundo de sus cerebros. Para siempre.
Preciosa entrada, preciosa sensación imaginar la embriaguez del olfato en los amantes...francamente genial. Te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo.
No querría encontrarme en ninguno de esos dos pellejos. Renunciar a un gran amor es como renunciar a una parte de la vida. A mi modo de ver los amores deberían "agotarse hasta la transformación". Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarYO ESTOY CON EMEJOTA.
ResponderEliminarSi se ama de verdad, no se debe renunciar. El olor permanecerá para siempre, pero creo que no es suficiente.
Buen relato.
Que historia más fuerte, escribe pronto la segunda parte donde los dos amantes se reencuentran de nuevo tras el paso del tiempo, y recordando lo que les quedó solo su olor... Un saludo.
ResponderEliminarQue bonita historia.
ResponderEliminarCoincido con Mamé, quiero una segunda parte.
Un saludo
Un día, un olor similar le despertará a uno de ellos el recuerdo dormido en algún punto de su cerebro y por una décima de segundo volverá a revivir ese último encuentro.
ResponderEliminarBonito micro.
Saludos.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
ResponderEliminarYo también estaría de acuerdo en que lo mejor es continuar con su historia de amor, como bien dicen EMEJOTA y Mª JESUS, renunciar a ella es muy triste, pero como bien sabemos, la vida a veces te lleva y te trae a su antojo, y no siempre podemos sujetar las riendas. ¿Quien sabe si han decidido no renunciar a sus propias vidas, con otras personas, otras familias? ¿O si alguno de ellos tiene que irse a vivir lejos por circunstancias desconocidas?. De momento, y como bien dice SUSANA, es bonito quedarse con esos momentos de embriagadez que los amantes se llevan en su memoria a traves del sentido del olfato.
La propuesta de MAMÉ y de IRAYA de continuar la historia,¿quién sabe?, ¿quizá algún dia?, y desde luego la propuesta de EBUDE podría ser un buen punto de partida.
Muchas gracias a todos por vuestra aportación.
Un abrazo
Jose Vte...hay historias que en su tiempo se quedaron sin camino que recorrer...no eran las que tenian que ser,las verdaderas historias para recordar persisten en el tiempo...y huelen a presente....
ResponderEliminarA mi me dan miedo estas historias, miedo a vivirlas y a sufrir por ellas con todo lo que conllevan.Me parece estupenda la redacción y "segundas partes, nunca fueron buenas".Un abrazo
ResponderEliminarCetero y bien ejecutado tu relato; claro ,derrepente, soy el menos indicado para decirlo jajaja. Bueno y hablando en serio, en los olores hormonales es en lo que se basa la química que existe en el amor; una vez sucedido el encuentro, es muy difícil olvidarnos de la persona en cuestión; bueeenoo, siempre y cuando no seamos promiscuos y cambiemos de pareja con periodicidad, que ahí sí, no habrá química con nadie nunca. Un gran abrazo
ResponderEliminarMuy romántico (y lo digo por ese sentimiento trágico inherente al movimiento romántico, que no a lo romántico comunmente aceptado).
ResponderEliminarLa esencia de uno encerrada en el bulbo olfatorio del otro...me ha recordado la novela El perfume de Suskind, sin los elementos macabros,claro.
Un abrazo
Yo soy muy apasionada en ese aspecto, y el olfato es un sentido muy presencial y muy persistente. Preciosa entrada! Besos.
ResponderEliminarSoy un poco pesada, pero como veo que te gusta este tema, te dejo un poco de realidad a esto que cuentas, lee las tres después del 16 de junio, son muy resumidas:
http://pelicanoenelpirineu.blogspot.com/search?updated-max=2010-07-16T14%3A19%3A00%2B02%3A00&max-results=7&reverse-paginate=true
Hay historias que acaban fisicamente,pero que permanecen en cada corazón, y el aroma del ser querido es siempre inolvidable, de esto sé un rato. Es un microrelato real como la vida misma, a veces hay que dar capetazo aunque no se quiera.
ResponderEliminarUn abrazo José Vicente.
Anna, estoy totalmente de acuerdo contigo, hay historias que tienen principio y a veces también final, las circunstancias pueden ser variadas, pero lo más importante siempre es el presente.
ResponderEliminarUn abrazo
Sema, yo en mi caso, imaginate, este verano pasado celebramos nuestro 25 aniversario de casados, y juntos llevamos 33, y no lo cambio por nada, te lo aseguro.
El relato no deja de ser fruto de mi "mente calenturienta", jejeje
Saludos
Drac, a las personas importantes de nuestra vida es casi imposible olvidarlas, y en muchas ocasiones un aroma nos trae el recuerdo por muchos años que pasen, es algo parecido a lo que comentábamos en las entradas anteriores con respecto a la música.
Saludos
Raticulina, yo también estoy de acuerdo en que es una historia terriblemente romántica, al menos ese tono le he querido dar, en un sentido algo trágico por lo que supone el que dos personas que se quieren tengan que separarse, pero aun así me gusta que se considere romántico.
La novela de Patrick Suskind, la tengo desde que salió hace muchos años, y la he leido un par de veces y la considero una obra maestra indiscutible.
Un abrazo
Felicitat, he pasado por los enlaces que me has dejado, y te he dejado un comentario en la última parte del relato, me ha gustado mucho, de verdad. Tu lo has desarrollado bastante y muy bien, yo lo he resumido en un microrelato, pero aparte de eso, y como te comento allí, tienen bastantes puntos en común ambas historias. Dos personas que se quieren pero que tienen que despedirse.
ResponderEliminarSi alguien va a leerla, recordar que hay que empezar por la última, que yo casi me equivoco, jejeje.
Tu historia es muy sensual y está muy bien escrita. Enhorabuena.
Un abrazo
Ana, a pesar de no haber vivido nunca una situación parecida, sino que es fruto de la imaginación, me consta que es real, algún caso he conocido, así es que no puedo estar mas de acuerdo contigo.
Me gustaría que ese adios que tuviste que decir fuera amigable y recordable.
Un fuerte abrazo
Gracias José Vte. eres muy amable. La mejor narrativa es la experiencia personal, gracias a ti por leerlo. Besos.
ResponderEliminarNo sé si tengo el derecho a solicitar una segunda parte, pero sobre todo lo que he sentido al leer este microrelato es pena, por qué tienen que terminar? en mi mundo imaginario y maravilloso de cuento de hadas no hay cabida y espacio para los finales tristes... de acuerdo que era un amor prohibido, uno o los dos estarían casados, uff.
ResponderEliminarPero ante todo, me gustó este sentido del olfato desarrollado y conservado para siempre. La propuesta de María Jesús es muy apropiada.
un saludo (me gustó mucho).
Me ha encantado el microrelato, pocas veces cuando una historia tiene que acabar... acaba así, "absorbiendo cada uno los aromas del otro".
ResponderEliminarEnhorabuena Jose Vte.
Un besito
noche
Hola Esilleviana, muchas gracias por tu visita y por tu comentario. No sabes lo que me emociona que este pequeño relato haya creado esa pequeña polémica sobre si es triste y sobre la petición de una posible continuación, realmente me halaga, porque eso significa que algo ha gustado.
ResponderEliminarYo no lo quiero ver como una historia triste, mas bien lo vería como una historia romántica sin final feliz.
Seguro que en sus propias vidas, y como ocurre en Los Puentes de Mádison, llevarán para siempre cada uno el recuerdo del otro, aquí a traves de los sentidos, de un amor que ha sido imposible, aunque eso no significa que en sus vidas particulares no puedan ser felices.
De todas formas, como dijo el filósofo, "la vida siempre da una segunda oportunidad"
Un saludo
Gracias Noche, como bien dicen en "El Perfune", llevarse el aroma de una persona significa llevarse su propia esencia. Eso, mas o menos, es lo que quería expresar con éste micro en esta semana dedicada al olfato.
ResponderEliminarUn beso
Un relato muy bien escrito, me ha gustado ese último encuentro de los amantes y su ansia de recordarlo oliéndose cada centímetro de sus cuerpos, cierto es que el olfato es el sentido que deja una impronta más duradera en la memoria.
ResponderEliminarNo tenía pensado participar en esta propuesta de María Jesús, pero me has inspirado un relato. Veremos si se materializa en algo legible.
Un saludo.
Ibso.