sábado, 18 de marzo de 2017

El Parot: Falla L'Amistat de Albal

 

Hasta ahora nunca había tenido la oportunidad de ver publicado un relato mío en un llibret fallero. Este año he tenido ese placer y, "El Parot", luce orgulloso entre sus páginas.
Quiero agradecer a Vicente Fuentes, su presidente, con quien me une un fuerte lazo familiar y de amistad, y también a toda la comisión de la falla L'Amistat de Albal, que este año cumple su 35 aniversario, el haber tenido esa oportunidad.
Agradecer también, por supuesto, la deferencia de que pueda lucir en castellano, algo poco habitual en los llibrets falleros. Personalmente amo y respeto muchísimo el valenciano,  pero no es mi manera de expresarme y habría tenido que hacer uso de traducciones. Ha sido todo un detalle que valoro. 
Muchas gracias a la falla L'Amistat y a los falleros que la integran; amigos, para mi ha sido un verdadero honor.  
Podéis leerlo a continuación. Espero que os guste:

El Parot

El fuego purificador se instaló entre las barracas de los carpinteros deseosos de hacer limpieza en las vísperas del Santo patrono. El invierno ya tocaba a su fin, dando paso a la exuberante primavera que embriagaba de sol y de azahar hasta el último rincón de la ciudad. En la calle ya estaba  plantado el parot, ese candil de palo largo que alumbraba los talleres durante las últimas horas de labor, cuando ya el sol se había puesto en los largos días de frío, y que ahora, ya innecesario y bien cargado de virutas y maderos sobrantes, avivaría la candelada. Era la chavalería quien disfrutaba feliz con la pira que irradiaba alegría. ¡Una estoreta velleta! cantaban desde buena mañana, eufóricos, recorriendo gremios y casas, demandando avíos y muebles viejos que con regocijo amontonaban a su alrededor para prender la hoguera adoradora de vida que daba la bienvenida al equinoccio de la luz.

Con el paso del tiempo, aquel parot reseco comenzó a tomar forma humana y le llamaron ninot. Le vistieron con ropas usadas y le dieron la facultad de simbolizar personajes sobre los que volcar miedos, burlas, reproches y críticas, y todo cuanto antes se apilaba entorno a él: cachivaches, trastos y alfombras raídas, fue transformándose en escenas bufas que representaban acontecimientos populares, chismes, camándulas y sucesos pícaros de la calle y del barrio. Pronto, todos los rincones de Valencia se llenaron de fogatas iluminando las noches de color y de ruido, celebrando que, por fin, había llegado la primavera.

Nacieron las fallas, la esencia del arte y el fuego, la pura fascinación que se desborda bajo el cielo mediterráneo, belleza de la que brotan sensaciones y nacen sentimientos, donde surge la emoción…, y también, a veces, ocurren sortilegios:

Las calles resplandecen como estrellas de luz, la música cabriolea los sentidos y las mascletás ensordecen el alma de entusiasmo fallero; mientras, el embrujo y el misterio rodean el silencioso instante en el que Batiste, un hortelano regordete, socarrón y deslenguado declara su amor a Neleta, una pizpireta señorita de finales del XIX, de blanco rostro, sonrisa turbada y sombrilla al hombro. Son dos corazones de astilla, miradas quietas en ojos embelesados, manos que sueñan y no se alcanzan, suspendidas sobre barreras de cartón que abren el aire.
Sucedió aquella noche de San José, en Albal, en la cálida falla de L’Amistat un encantamiento tuvo lugar durante la nit de la cremá y briznas de ceniza se fundieron elevándose hacia un mágico lugar, el sitio que ahora habitan Batiste y Neleta, el paraíso donde pasean los ninots enamorados.




7 comentarios:

  1. Todas tus buenas noticias, son alegrías para mi corazón. Y siempre lo celebro con mucho júbilo. No sé porqué no te habían publicado antes allí, porque calidad tiene de sobra tu escritura, como lo demuestra este trabajo, que es una delicia!! Lo que pasa es que todo tiene su tiempo perfecto y creo que ahora así ha sido.
    Además con lo que has difundido tú, Las Fallas, más que meritorio. Por ti, hace unos 6 años fue que conocí esa hermosa tradición de tu preciosa tierra.
    ¡Enhorabuena, amigo! Nunca pares.
    Fuerte abrazo para ti y Conchin, con todo cariño.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola Sara. !Que magnífica eres!
      La realidad es que los llibrets de falla no se corresponden con ningún concurso ni se compite por ver allí las publicaciones. Los llibrets (libros en valenciano)son publicaciones que hacen la mayor parte de las fallas y con tirada para los propios falleros y algunos vecinos del barrio, donde presentan sus monumentos de ese año (la falla infantil y la grande), a las falleras mayores, a los presidentes y al resto de la comisión.
      Suelen contener salutaciones de alguna autoridad local, y sobre todo loas y poesías, bien engalanadas, en honor a las dos falleras mayores; también están los bocetos con la explicación de las dos fallas. Además son una fuente de ingresos por la publicidad, generalmente del barrio, que incluyen entre sus páginas.
      La mayor parte de los llibrets están escritos en valenciano, la lengua vernácula de la Comunidad Valenciana.
      Luego, cada comisión apuesta más o menos por la calidad de la publicación. Generalmente son libritos de formato medio y en blanco y negro. En esta ocasión, he tenido la fortuna que la falla L'Amistat ha hecho este año una edición en formato tipo revista y totalmente en color. Una preciosidad, todo hay que decirlo.

      Fue el presidente, Vicente Fuertes, amigo y familiar, quien me propuso que escribiera un relato para incluirlo.
      Como he dicho, no tiene mayor transcendencia, pero verlo allí publicado es de una enorme ilusión para mí.

      Un beset, Sara, y otro para tu niña.




      Eliminar
  2. ... y las hijas. Ah! Y qué preciosas fotos.

    ResponderEliminar