Hoy hace 25 años

Hoy hace 25 años.

Un joven espera, está algo nervioso, así es que pasea de un lado a otro, la gente que tiene a su alrededor, y la que poco a poco va llegando, están pendientes de él, se acercan a saludarle, y él, con una sonrisa que quiere ser natural, les devuelve el saludo, con besos o con apretones de mano, según sea el caso.

 Aun faltan cinco minutos para las cinco, la hora fijada para el evento y la novia aun no ha llegado, lo que va acrecentando el nerviosismo del joven. 

Aunque sabe que no lo debería de hacer, se enciende un cigarro para calmar la ansiedad, pero apenas le da tiempo para saborearlo, el coche que trae a la novia aparece por el final de la calle, la espera llega a su fin. Como si lo hubiera hecho a propósito, la novia baja del coche a las cinco en punto, o por lo menos eso anuncian las cinco campanadas de la Iglesia de Santa María de Jesús en cuyas puertas se produce el encuentro.

El joven no puede evitar dar un suspiro, pero no tiene muy claro si es para descargar algo de la tensión que empieza a sentir, o si es de la repentina emoción que siente al ver salir del coche un delicado pie calzado en un precioso zapato blanco, enseguida el joven puede ver como vestida con un traje blanco de raso, un largo velo igualmente blanco coronando su cabeza por una fina diadema y portando un bonito ramo de flores, la novia se aproxima hacía donde está él, y el joven, definitivamente, está seguro de haber tocado el cielo.

Al encontrarse, el joven le susurra algo al oído y la novia, sonriendo, le da un suave beso en los labios y se preparan para entrar a la iglesia.

Ese dia de finales de Septiembre, cuando ya el verano llegaba a su fin y dejaba paso al lánguido otoño, estos novios, hechos un manojo de nervios, por fin se van a casar.

Hoy hace 25 años

Así es, hoy 21 de Septiembre hace 25 años que Conchín, mi mujer, y yo nos casamos, así fue como empezó todo, o por lo menos como yo recuerdo esa pequeña espera.

Ahora, tantos años después, quizás es momento de hacer balance, de reflexionar, sobre si ha valido la pena, si estos 25 años, además de los ocho que pasamos de novios están compensados y si retrocediendo en el tiempo y con la perspectiva que dan los años transcurridos, volvería a repetir aquella escena.

Vamos a hacer balance:

Nos hemos entregado la juventud y nos hemos dado nuestros mejores años, ha sido capaz de aguantar mi, en ocasiones mal genio, y a veces yo el suyo, que ella también lo tiene,  ha entendido mis defectos y soportado mis manías, hemos pasado malos momentos, los que traían negros nubarrones como los desencuentros y los económicos, pero al final siempre escampaba, con firmeza hemos mirado hacia delante, y hemos tomado decisiones, a veces erróneas, pero siempre compartidas, cuando yo he flaqueado, ella ha estado allí, cuando he enfermado ella ha estado allí  nos hemos respetado y hemos sido capaces de traer al mundo y de criar a dos espléndidas jovencitas, que son nuestro orgullo y nuestra vida, tengo su cariño, tengo su brazo que me sirve de apoyo para caminar y se que tengo su amor, porque así me lo demuestra cada día, …

Así es que el balance está claro, aunque nunca ha habido ninguna duda, creo que hemos sido prudentemente felices, yo no concibo mi vida sin ella, y espero que ella tampoco sin mi.

Conchín ha sido…, es, la mujer de mi vida, y nunca podría renunciar a una de las pocas cosas buenas que la vida me ha ofrecido.

Muchas veces me dice lo poco que le expreso lo que siento, y es verdad me cuesta hacerlo, por eso hoy lo quiero dejar escrito, lo bueno que tiene escribir en un sitio como este que refleja tus pensamientos, es que también puedes trasmitir tus sentimientos, y eso es lo que estoy haciendo ahora.

Si supiera escribir poesías, sin duda escribiría la más bella, pero no se me da bien, por eso simplemente lo escribo y lo digo bien fuerte:

 ¡Gracias por estar siempre ahí cuando te he necesitado, gracias por ser como eres, gracias por haberme elegido a mi!.

El milagro de existir - Vicente Seguí

Hoy hace 25 años…y definitivamente han valido la pena, me pido otros 25.