Parece que ya ha llovido desde la última vez que escribí en este blog, aunque en mi defensa diré que he estado algo ocupado.
Pero con empeño todo se alcanza, y hoy por fin puedo presentar el título y la sinopsis de mi primera novela, la que me ha tenido entretenido y retirado durante tantos meses.
En
realidad supongo que no es un secreto en lo que andaba enredado, la
última entrada que colgué llevaba a la entrevista que mi amigo Luis Bernardo Rodríguez me hizo allá por el mes de febrero y donde ya
adelantaba cosas.
La historia que tengo terminada se llama "Sueños de escayola" y la sinopsis es la siguiente:
Durante las décadas de los años 50 y 60 una terrible epidemia asoló el
mundo. Era el virus de la polio, silencioso y cruel, que se cebó casi
exclusivamente con la población más indefensa, los niños.
Miles murieron y los que sobrevivieron quedaron con terribles secuelas
paralíticas para siempre.
Muchos fueron recluidos en sanatorios y hospitales, a veces durante años.
Esta es la
historia de Pablo, uno de aquellos niños. Una historia dura, de lucha y de
superación, de lágrimas y de dolor, pero también de risas, de amistad y de
esperanza.
Una
historia de vida…
"Tras los sueños de escayola, nos queda la vida"
Efectivamente,
"Sueños de escayola" es la historia de Pablo, un niño ingenuo de diez
años que padece polio, motivo por el que será ingresado en el sanatorio de la
Malvarrosa de Valencia durante casi un
año; pero también es la de Ceferino, El Cordobés, Daniel, sor Manuela, don
Álvaro y la de tantas personas que tuvieron que convivir con una enfermedad
terrible como fue la Poliomielitis.
Con
“Sueños de escayola” he querido traer a la luz un tema difícil, que hoy parece
casi olvidado, la epidemia de polio que asoló el mundo y en especial España
durante aquellas décadas aciagas de los 50 y 60. El tema que trata es crudo, lo
sé, muchas familias pasaron un auténtico calvario, y las secuelas fueron
terribles, pero la historia está protagonizada básicamente por niños y llena de
momentos de sencillez, humor, aventura, melancolía...
Sor
Manuela diría:
̶ Los niños lloran, aman, juegan,
exploran y rompen cosas porque están aprendiendo a conocer el mundo, no lo
hacen para molestar, ni tampoco para probar nuestra paciencia, simplemente es
la esencia de la infancia. Por eso, y quizás en mayor medida, estos niños,
nuestros niños, también hacen travesuras porque, a pesar de los muros, a pesar
de la lejanía con sus seres queridos, a pesar de su enfermedad y de tanto como
sufren, a pesar de todo eso, ellos también son solo niños, y como tal se
comportan.
Y
yo añadiría: sea cual sea su condición,
solo buscan la felicidad intentando vivir.
Son muchas las personas e instituciones con las que estoy en deuda, y dentro de las páginas del libro las cito a todas, pero aquí y ahora quiero expresar mi agradecimiento más profundo a un puñado de ellas que han sido imprescindibles para el resultado final de esta novela: a Conchín, Irene y Laura, las chicas que comparten mi vida; a Elena Torres, Verónica Marsá, Teresa Oteo, Mª José Gómez, Ramón García, Jaime Cruañes, Javier Gramaje y sor Mercedes Gomez. Muchas gracias de corazón.
En pocos días subiré la portada que está diseñando mi hija Irene. También algún otro extracto, un videobook que montaré y las novedades que puedan surgir como la publicación en Amazon, que será pronto, mientras espero el maná de una editorial que lo desee lanzar en papel.
Podéis seguir el día a día y comentar cuanto queráis en Facebook: Sueños de escayola
¡Hasta pronto!
Para mí es un placer estar tan cerquita de estos Sueños de escayola, que ya siento un poquito míos, así que gracias a ti por permitírmelo.
ResponderEliminarToda la suerte del mundo en esta nueva aventura!!
Besos!!
Teriri, no te puedo decir mucho más que no te haya dicho ya personalmente, solo darte de nuevo las gracias por toda tu colaboración y tu cercanía. Es maravilloso tener buenos amigos.
EliminarUn beset.
Te deseo toda la suerte que te mereces y ahora voy a ver en facebook
ResponderEliminarUn saludo
Pakiba, muchas gracias por tus deseos.
EliminarUn abrazo fuerte.
Ahora tenemos el Ebola en su adolesencia, veremos a ver hasta donde llega...
ResponderEliminarMucho éxito con tu libro.
Salud
Hola Genín, amigo. Desgraciadamente ni siquiera el Ébola se acerca a la tragedia que supuso en aquellos años la epidemia de la polio. Tú, que seguro gozas de buena memoria, lo recordarás.
EliminarUn abrazo y muchas gracias por tu deseo.
Te deseo lo mejor con esta novela amigo, creo has sabido hacer algo que a muchos nos duele recordar sí, pero lo has sabido hacer sin hacer sangre ni recreándote en el dolor ni la dureza de la situación ya que eso hubiera sido muy fácil.
ResponderEliminarCreo que como niños que hemos sido todos, todos hemos tenido momentos felices en nuestras infancias, claro que sí, y por tanto también hemos sido traviesos, hemos participado en esas travesuras y hemos dado más de un dolor de cabeza a nuestros mayores.
En nuestra infancia es verdad que por las circunstancias muy particulares nuestras, hay parte de dolor miedos y lloros pero también una parte que no debemos obviar ni muchos queremos olvidar de risas, travesuras, picaresca, y esos primeros amigos… Por supuesto con nuestras limitaciones, si, pero eso si cabe eso también nos ha hecho ser más fuertes, más independientes y si cabe una pizquita más rebeldes.
La Polio nos dejó su huella, y vivimos toda nuestra vida son sus secuelas, muchos hoy tenemos que enfrentar nuevamente sus efectos tardíos, pero estoy segura que si algo nos enseñó esta enfermedad fue a saber afrontar las adversidades con entereza, yo creo que eso lo aprendimos desde niños casi todos. No sé si con más, o menos valentía que el resto de los mortales, pero lo que nosotros si supimos aprender y lo hicimos muy bien fue a levantar cuanto antes la cabeza y aprender a encarar la vida para mirarla de frente cuanto antes aprendiendo a esconder nuestros miedos.
Te deseo lo mejor de corazón y te mando un abrazo con todo mi cariño.
Consuelo, querida amiga, tú has sido una de las pocas personas que han podido leer la novela, ha sido así porque confiaba mucho en tu criterio, por nuestra amistad y porque conoces perfectamente todo cuanto concierne a la polio; era una opinión extraordinariamente válida. Ya hablamos personalmente sobre tu parecer respecto al resultado final de la historia, y te quiero agradecer mucho tu ayuda y este comentario tan agradable, así como el empeño que estás poniendo.
EliminarCreo que aciertas bastante en el análisis de la novela. Yo no he querido saldar cuentas con nada ni con nadie, no he querido hacer sangre como bien dices, esa creo que es otra historia que quizás habría que abordar también, pero en otro momento.
Lo que he querido expresar en Sueños de escayola son sentimientos y vida, la de unos niños que se encuentran en el fragor de su infancia cautivos detrás de un muro y sobre todo presos por una enfermedad que ellos desean transformar en libertad a traves de sueños, aventuras y amistad.
Te estoy muy agradecido y te quero enviar un ramillete de besos.
Hola amigo Jose Vte me alegra este notición. Te deseo mucha suerte y quedo a la espera de convertirme en una de las primeras lectoras de "Sueños de escayola". Bienvenido.
ResponderEliminarHola Anna, ya ves, al final parece que todo llega. De momento lo estoy presentando publicamente para que la gente conozca su existencia. En breve quisiera sacarlo en formato digital, probablemente por Amazon, pero para la edición impresa en esta ocasión quisiera esperar a ver si alguna editorial estuviera interesada. Ellos tienen mayores recursos, y el tema de la polio creo que merece una mayor difusión que la que yo le podría dar.
EliminarDe todas maneras, si pasados varios meses nadie estuviera interesado en sacarla, lo haría yo mismo, que ya tengo experiencia.
Un abrazo fuerte.
Me alegra que por fin salga a la luz esta novela que espero con ganas, especialmente desde aquella tarde en que me fuiste contando el proyecto.
ResponderEliminarEnhorabuena, amigo. Espero tener pronto la ocasión de leer Sueños de escayola. Ya te contaré.
Hola Juan Carlos. Así es, me acuerdo perfectamente cuando ya estaba gestando la idea de escribir esta historia y estuvimos hablando del asunto en aquel encuentro de Navalcarnero. Al final me lo he propuesto y la he terminado.
Eliminar¡Y es que a cabezón no me gana nadie!, jeje.
Un abrazo.
José que buena noticia, es una alegría que hayas podido realizar tu proyecto, estoy segura de que te irá de maravillas, ya que todo lo que he leído tuyo es maravilloso.
ResponderEliminarEspero poder leer tu novela muy pronto!
Te deseo lo mejor en este y todos los sueños que tengas para realizar.
Un abrazo inmenso!
Hola Karina. La criaturita ya está nacida. Solo espero que el resultado esté a la altura de la espectativa que ha generado entre los buenos amigos como tú.
EliminarSiento que hasta ahora no he podido participar en tu propuesta semanal de las 52 palabras.
Muchas gracias, yo también te deseo lo mejor.